Rosa, ¡ven y cuéntalo!

¡Ya vienen, ya están aquí! No hombre no, los Reyes Magos no: RosaDíez y sus colegas de UPyD. Hoy la portavoz de Unión Progresoy Democracia, acompañada del secretario general y responsablede la querella contra Bankia, Andrés Herzog, y el encargado deAcción Institucional del partido en Navarra, Diego Paños, handicho que venían al Palacio de Justicia de Pamplona a traer unadenuncia para instar a la Fiscalía a que investigue la salidaa bolsa de Caja Navarra.

Muchos se preguntarán, con razón, a santo de qué les viene ahora,de repente, este afán aclaratorio por los asuntos de la Can,cuando nunca han mostrado el mínimo interés por el tema. Seguramentehabrán echado cuentas y han visto que les puede resultar rentablepara aumentar su número de votos por estos lares, 7.000 en losúltimos comicios, ahora que está bien visto sacar a la luz lostrapos sucios de la entidad. Y la verdad, es que hay mucho queaclarar. Las prisas por cotizar en bolsa, en concreto, es unade las cuestiones, por mucho que Enrique Goñi diga que era algobueno para atraer la atención de CaixaBank. Como pasearse delantede ellos en un descapotable nuevo (aunque de alquiler) o algoasí.

Sin embargo, no hay por qué pensar mal, sobre todo ahora en Navidad.Quizá a Rosa le interese realmente ayudar a Navarra, aunque nolo parezca porque eso de perseguir con saña nuestro conciertoeconómico y el del País Vasco por considerarlos "discriminatoriosfrente a otras provincias españolas" pues no te da ganas, precisamente,de invitarla a San Fermín. Y eso de ir diciendo por ahí que elGobierno central está llevando a cabo un "rescate encubierto"de la Comunidad Foral por asumir la devolución del IVA de losautomóviles fabricados por Volkswagen en Landaben, pues tampocoes como para llevártela a merendar, porque aunque sea un chanchullo,legal y bien atado, pero chanchullo al fin y al cabo, ha beneficiadodurante años a las arcas forales, ¿no?

En cualquier caso, bienvenida a investigar y, como decías cuandoeras consejera de Turismo en el País Vasco, ¡ven y cuéntalo!