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Un Papa español, sí señor

Saben aquel que diu que estaba el Cónclave reunido en el Vaticano para elegir un nuevo Papa y dijo uno: "Pues yo pienso que para que no nos pase otra vez lo mismo, tenemos que elegir a un español". "¿Y eso por qué?", preguntó otro. "Pues porque allí no dimite nadie". Jua, jua, jua Reír por no llorar, porque el panorama es terrible. Y cuanto peores son los datos económicos y sociales, cuanto más hurtos famélicos y más suicidios por acoso hipotecario se producen, más y más información nos arrojan sobre casos, o supuestos casos, de corrupción o presunta corrupción, de los que luego dicen que todo es mentira, menos una parte, pero que no ha habido irregularidades, sino que la crisis tiene la culpa de todo, pero no por eso la Can ha desaparecido, sino que está como diluida en la Caixa, aunque Urdangarin y la infanta, por supuesto, niegan todo, incluso lo del exmarido de la Mato y Gürtel y la grabación con un florero de la exnovia del hijo de Pujol y Alicia Camacho en ese restaurante que ahora se está haciendo tan famoso, porque en realidad a Cervera le engañaron con el sobre de las murallas, que no debía de ser de Bárcenas como los de Del Burgo y Calixto Ayesa. No sé, creo que tengo un poco de diarrea mental. Será consecuencia de las 13 horas de Goñi en el Parlamento para no decir nada, o el mal recuerdo de que hace diez años Aznar y los suyos se cargaron Egunkaria, el primer periódico de la Historia en euskera, sin motivo alguno, como después se ha demostrado, o por la nueva patada en el culo a Euskalerria Irratia, que si una por chiquita y otra por chi-cuela le sisan los puntos del concurso y aquí no pasa nada. Entretanto, dicen que el primer ministro de Bulgaria anunció ayer la dimisión en bloque de su Gobierno a causa de las masivas protestas en contra el aumento de las tarifas eléctricas y que el primer ministro de Túnez presentó su dimisión el martes y admitió que el pueblo tunecino se siente "frustrado ante la clase política". Lo dicho, hace falta un Papa español, de los que no se van ni con agua hirviendo.