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Gracias, Fermín Erbiti

la semana pasada Fermín Erbiti, responsable de Comunicación de la Cámara de Comptos, presentó el libro titulado La Cámara de Comptos, historias de la casa más antigua de Pamplona y su entorno en edición doble: en euskera y en castellano. La verdad es que es un auténtico placer leer estas páginas en las que nos habla de este edificio del gótico civil y de los usos que ha tenido a lo largo de la historia: Cámara de Comptos y Casa de la Moneda, sede de la Comisión de Monumentos, primer Museo de Navarra, Institución Príncipe de Viana, Universidad de Navarra, Policía Foral... y también sede de la Asociación Euskara de Navarra, desde su creación en 1877 hasta su disolución en 1897, y en la que, entre otros muchos, gentes tan relevantes como Arturo Campión, abogado, político e historiador, el médico Nicasio Landa, el abogado Estanislao de Aranzadi y Florencio Ansoleaga, arquitecto y arqueólogo, trabajaron a favor de la recuperación del euskera. Este último fue, además, quien, a su muerte en 1917, dio nombre a la calle, de la que era vecino, y en la que está situado el edificio. Él fue también quien dio los primeros pasos para crear allí el primer Museo de Navarra, en 1910.

Desde 1940 fue sede de la Institución Príncipe de Viana hasta 1994. Y es allí donde la Diputación abrió la Academia del Euskera, lo que podríamos definir como el primer euskaltegi público y gratuito de Pamplona, gracias a la actuación decidida y valiente de personas como José Ángel Zubiaur, responsable de Príncipe de Viana. La academia comenzó su labor en 1951 y la continuó hasta 1970 en diferentes sedes, por necesidades de espacio. Llegó a contar con 300 alumnos, y entre los primeros participantes destacan nombres como el del músico Mikel Laboa, el médico Pedro Díez de Ulzurrun o los hijos del pintor Javier Ciga. El profesor fue Paco Tirapu, hijo del conocido médico Bernardino Tirapu.

Y muchísimas cosas más. Un trabajo muy interesante para conocer un poco mejor la historia de nuestra vieja Iruña.