Cosas que no hay que contar en Europa

Acabo de leer que el Gobierno de Navarra ejercerá la vicepresidencia de la Red Europea para la Promoción de la Diversidad Lingüística en los próximos dos años y se me ha atragantado el café.

En la Unión Europea viven cerca de 500 millones de habitantes. Uno de cada 10 habla alguna de las 60 lenguas "regionales o minoritarias" que existen además de las 23 que son oficiales en las instituciones comunes europeas.

Esta Red que vamos a vicepresidir trabaja para la concienciación a nivel europeo de los aspectos positivos de la diversidad lingüística.

Me imagino que los representantes navarros no les contarán a sus colegas lo de las 64 quejas recogidas en el informe del Defensor del Pueblo del año pasado en las que la ciudadanía volvía a protestar por enésima vez por los malos tratos que reciben de las diferentes Administraciones públicas cuando pretenden establecer una comunicación en euskera, o cuando protestan por la edición de materiales impresos sólo en castellano. Tampoco les explicarán, digo yo, sus truquillos para esquivar sus propias leyes y ordenanzas que, de alguna manera podrían favorecer al euskera. O cómo, por ejemplo, cuando no les queda más remedio, en las rotulaciones bilingües lo que está en vascuence siempre va en un tipo de letra menos legible y en un color más apagado, como para que la gente que se empeñe en leerlo se queme los ojos.

Nos les comentarán tampoco que tenemos una Ley del Vascuence desde hace 27 años que provoca un auténtico apartheid lingüístico, y que es posible estudiar en inglés en cualquier sitio pero en euskera no, y que llevan más de 25 años pisoteando a una emisora simplemente porque emite en esta lengua, y que, en definitiva tratan de ahogar e invisibilizar el euskera hasta puntos que rozan la paranoia, pasándose sistemáticamente por ciertas partes las demandas de una gran parte de la sociedad y del parlamento navarro y, por supuesto, las recomendaciones de la Carta de Lenguas Minoritarias.

A los colegas europeos esto no les gustaría. A ellos también se les atragantaría el café.