La jiña, esa mina

ahora resulta que el Bárcenas es experto en jiña, tanto que usa su sabiduría y experiencia profesional para encubrir blanqueo de capitales, según se acaba de saber en el tiovivo imparable de noticias en el que las malas se mezclan con los disparates furiosos y las mentiras con los empujones. Esas noticias en las que se ve a los maleantes acusarse mutuamente de serlo, que es lo que suele pasar en las cuevas de Alí Babá cuando los bandidos se mosquean y se vapulean por asuntos relacionados con el reparto del botín. Aquí se trata del reparto del botín. Pero peleas de maleantes a un lado, lo cierto es que Bárcenas ha resultado experto en purinas, que viene a ser como jiña, pero más científico, más refinado.

Nada tan excrementicio, dicen los loqueros de fama, como el dinero, que oler no olerá, como bien saben, entre muchos otros, los mafiosos del arte navarro, pero sucio es cuando menos a su origen, tanto que hasta los jueces emplean ya la expresión en sus autos, como en uno de los últimos que les han caído a los duques de Palma (Casa Real todavía, borbones que hay que tumbar) sobre unos safaris en África pagados con dinero sucio, con purines económicos y financieros, políticos.

Dinero sucio el que circula opaco, poco claro, el que solo sale a la luz si alguien lo destapa, como sucedió con las dietas de la Caja de Ahorros de Navarra, las que se habrá negado a investigar el Supremo, cierto, cierto, pero no lo es menos, porque es por todas las partes admitido, que habría seguido siendo algo opaco de no haberse denunciado: se cobró generosamente por no hacer nade y de manera indecorosa... y lo indecoroso es primo carnal de lo sucio.

El dinero sucio, su niebla, su smog, es una constante en la vida social y política del país. Lo saben hasta los que al calor de los copazos se echan ahora las manos a la cabeza de lo mal que están las cosas pero han cobrado en negro todo lo que han podido y hasta comprado billetes de lotería premiados para blanquear capitales. Lo saben los profesionales que cobran en negro cuantiosas minutas y ahora unen sus voces al coro de los expoliados: cuando el negocio se achica, les da por la ética.

Leo que Bárcenas "se hizo pasar" por experto en purines para justificar sus mordidas. Nada más erróneo. Al menos esta vez Bárcenas no se hizo pasar por nada porque el extesorero y hombre fuerte del Partido Popular es un auténtico experto en purines, en jiña, en auténtica jiña, como casi todos los capitostes de ese partido cuyos nombres propios, apellidos, motes e iniciales aparecen en los dichosos papeles, como los que, se dice, aparecían en sus ordenadores personales cuyos discos duros fueron borrados con intención clara de destruir pruebas, jiña pura también esta, jiña, que no siempre se limpia ni palea, sino que se espera que se quede ahí, como un plastón de bosta nacional, irredimible, acogotante... y si alguien se empeña en remover las purinas de estos maleantes de la política gubernamental, se le destituye, como ha sucedido con el policía que dirigía investigaciones relacionadas con esta jiña nacional y patriótica.

Jiña, purinas, asco, indecible e incesante y de nunca acabar... Al gran Albert Pla le da asco ser español, lo dice y se arma la marimorena. Pero qué puede dar un país tan antipático como éste ahora mismo, donde no hay día ni territorio en que no se den casos de xenofobia y racismo, donde hay tres millones de pobres (oficialmente) mientras los millonarios aumentan, donde las prohibiciones cunden y el estado laico se aleja cada vez más y se ve la unión entre gobierno e iglesia en todas sus formas, la oficial y la de las sectas, donde hasta un expresidente socialista le lame el culo a la monarquía. A Pla le da asco España y ser español, y los tartufos se rasgan las vestiduras y lo vetan... ¿Pero es que no saben lo que Pla sube a los escenarios? No, no saben. A ellos les gustan los espectáculos y Pla es algo más que un espectáculo. Rancio patriotismo de pesebristas amigos de lo intocable, de lo que tiene que ser de manera obligatoria reverencial y así tratado. El poeta no se ha disculpado, sino que lo ha repetido y con garbo.

El asco va asociado a la jiña y a las purinas. Mientras que miles de ciudadanos se concentran en las calles de muchas ciudades del país pidiendo la erradicación de la pobreza, transparencia en lugar de mentiras, justicia en vez de trampas de procedimiento y sentencias que apestan, prácticas democráticas en lugar de un régimen autoritario y abusivo con los más débiles en su práctica diaria, trabajo, trabajo, el banquero Botín, otro experto en purines, no cabe en sí de gozo y proclama que a él, no al país, a él, le está entrando el dinero a espuertas con el que piensa enriquecerse todavía más, no desde luego paliar la pobreza que se extiende por el país. Digo bien "a él" porque esta gente confunde lo propio con lo colectivo sobre cuya chepa amasan sus fortunas. Por eso el otro maleante que llegó recientemente a Navarra diciendo que se sentía como si estuviera en el paraíso solo dijo una verdad que atañe a los de su casta y clase, y a la manera en que se enriquecen en la misma medida que un sector cada vez más amplio de la población se empobrece.

Mientras todo esto sucede como si no pasara nada, Rajoy alerta al mundo de la necesidad de un uso responsable de la libertad de expresión, porque se ve que hay medios de comunicación y plataformas de expresión que escapan al control gubernamental, como en cualquier dictadura que se precie. Uso responsable que para él consiste en que no llamemos ladrones a quienes lo son porque roban delante de nuestras narices y nos expolian; que no llamemos mentirosos a quienes nos mienten a todas horas con recochineo; que no llamemos delincuentes, con o sin uniforme, a quienes nos multan y apalean; que no digamos abusadores a quienes nos empujan y gobiernan de manera injusta; que no llamemos maleantes a jueces que bendicen con sus sentencias este estado de cosas y a los banqueros que desde arriba se pitorrean de una población saqueada... ¿uso responsable de la libertad de expresión? Tienen un concepto curioso de la democracia y lo tienen más de la libertad de expresión. Me temo que la ley mordaza está al caer.