Ulzama Slow
sonriente y feliz volvíamos a ver a Barcina de nuevo hace unos días, esta vez descendiendo de una de las casitas-árbol de Basoa Suites en Lizaso. Como una Jane moderna y sofisticada, se movía grácil y resuelta por el bosque acompañada de su inseparable? Sánchez de Muniáin (¿a que pensabais que iba a decir Tarzán?, ¿o Chita?). Un gesto de los gobernantes que ayuda de alguna manera a dar a conocer el proyecto y que les resulta beneficioso sobre todo a ellos en esta fase anterior a la previa del inicio de la precampaña electoral.
Un momento de tranquilidad antes de volver a enzarzarse en asuntos de autogobierno y litigios competenciales. Quizá debería hacer aquí la reunión del martes con Montoro.
Pero en el valle no todo es paz y armonía. Muchos se muestran estos días preocupados por la situación de la empresa Bioenergía Ultzama y la futura gestión de purines en la zona.
Esta empresa fue creada hace cinco años por una sociedad integrada por explotaciones ganaderas y otros socios sin vinculación directa con el sector, que vieron la oportunidad de hacer negocio. Fue el proyecto estrella de Patxi Pérez, exalcalde del valle y ahora director general de Administración Local. Ahí también hubo foto de la inauguración. Ahora la empresa está en concurso de acreedores y no porque el ganado haya dejado de proporcionar materia prima, sino porque el sistema de gestión basada en subcontratas no ha sido, al parecer, el más adecuado.
Un acto en el que parece que no va a haber representación institucional de alto standing es la feria de slow food que se va a celebrar el próximo domingo en Lizaso. Se trata de un movimiento internacional que promueve la desaceleración social y la defensa del derecho de todos los consumidores a tener una alimentación buena, limpia y justa.
Primera feria slow en esta Navarra de alta velocidad, con propuestas tan interesantes como un slow-calderete.