Solidaridad navideña
Pero Antonio, ¿5.501 euros por un café? - No. Un euro por el café y 5.500 euros que tenemos que astillar cada navarro para saldar la deuda pública de la Comunidad Foral.
¡Eso sí que sería solidaridad navideña! Aportar todo lo que tenemos para que los grandes sueños (de unos cuantos) se hagan realidad, como el pabellón Arena, el circuito de Los Arcos, el Canal de Navarra, Sendaviva, la oficina de Caja Navarra en Washington que nunca se llegó a abrir (a pesar de que costase 16 millones de eurazos), las pifias (como las de Egüés), las comisiones, los incentivos? Hay que dejar volar la imaginación, como los helicópteros de la Can sobre París y ampliar horizontes y recrecer pantanos y construir autopistas eléctricas y de las otras con sus peajes a la sombra?
Ya estamos en Navidad (aunque falte un mes) y en este tiempo de amor y solidaridad hay que olvidar las rencillas: Miguel Pozueta, no le tengas en cuenta a Maite Esporrín eso que ha dicho de que tu recurso “es la pataleta de una persona que se siente perdedora”, y tú, Iñigo Alli, perdónale a la delegada Carmen Alba que te reproche “muy poca lealtad” por reclamarle que pague su parte del subsidio por desempleo.
Dejémonos invadir por los sentimientos positivos, como hace Lourdes Goicoechea cuando habla del candidato Esparza “hemos compartido muchas horas y en mi caso particular he compartido un año de equipo con José Javier Esparza y del roce sale el cariño”. Precioso aunque no del todo cierto, porque roce y mucho es el que tuvo Esparza con sus paisanos de Aoiz como alcalde de la localidad y no es precisamente “cariño” lo que muchos agoiscos sienten hacia él al verse entrampados hasta las orejas para pagar el mantenimiento de las nuevas piscinas, el spa, la casa de cultura, el frontón, el campo de fútbol y todas sus obras faraónicas que llegaron a cambio del pantano de Itoiz, hasta que se cerró el grifo del dinero.