Podemos... cagarla
“La dirección no va a marcar la línea de pactos; los decidirán las bases de Podemos a nivel nacional tras las elecciones”. Horror. No, otra vez no, por favor. Esta frase de Ione Belarra, miembro del Consejo Ciudadano de Podemos, ha sido demoledora. (Muy bien Elena Urabayen por preguntarle sin tapujos lo que tantas y tantos estamos pensando). Y aunque después ha habido explicaciones y matices, para muchos esto ha sido como volver a ver el fantasma del PSN doblegándose una y otra vez a lo que dice Madrid. De hecho el círculo de Orkoien decidió disolverse el lunes. En esta entrevista también se le preguntó a Ione Belarra sobre la posición de Podemos con respecto a la Ley del Euskera y la zonificación lingüística de Navarra. Respuesta: “Sobre un tema tan concreto, al igual que en otros, Podemos va a tener que consultar a los mejores”. Y ¿quiénes son esos?, pregunto yo. “El tema del euskera, que es tan relevante en Navarra, tiene que ser consultado a la comunidad educativa y a la población”. ¿Acaso la comunidad educativa no es parte de la población? ¿Y por qué a la comunidad educativa y no a la de torneros fresadores, por ejemplo? El euskera no es una mera cuestión académica. “Hay que abrir ese melón y hay que permitir que la gente opine y debata sobre cuestiones que hasta ahora no se han debatido. No tenemos de momento un posicionamiento concreto sobre ese aspecto particular”. Hablar en euskera en Navarra es un derecho lingüístico de la ciudadanía y los derechos no se debaten, no son melones que se abren y sobre los que la gente opina. Los derechos o se reconocen y se respetan o se pisotean. Punto. A mí me parece muy bien lo que plantea Podemos de la nueva política y bla, bla, bla, pero esto de no mojarse en casi nada para intentar agradar a casi todos, me temo que no es la mejor estrategia, por lo menos aquí, que de pelear contra viento y marea ya sabemos mucho.