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Rencores y venganzas...

y monumental falta de decoro la de UPN al acusar de practicar el rencor y la venganza a un nuevo Gobierno de Navarra todavía no constituido, cuando ellos llevan años practicando el sistema sectario de las listas negras, las de los amiguetes, los idóneos y los no conflictivos, el reparto de puestos y cargos y los encargos entre amiguetes y amigazos, en todos los departamentos, algo que es del dominio público. Me parece el colmo.

El Gobierno de UPN no se ha caracterizado por su generosidad intelectual, al contrario, el sectarismo ha sido su norma. Lo saben todos los que lo han padecido. En esta comunidad ha habido mucha gente que en el ámbito de sus profesiones no ha dado un palo al agua porque no era idónea, porque aquí cualquier disidencia se ha pagado caro, y esa exclusión ha contado tanto con el aplauso de políticos de ocasión como de funcionarios de plaza fija, como de un coro de estómagos agradecidos. Han sido auténticos expertos en ejecutar la muerte civil.

En ese contexto acusar a los recién llegados, no ejercientes todavía, de rencor y ánimo de venganza es de canallas. Claro que el sectarismo y el amiguismo no han sido patrimonio de la derecha navarra. A mí me consta que se ha practicado en el Ministerio de Cultura, en el Instituto Cervantes, en la AECI, pasando por la caja de ahorros de los corruptos y los granujas, esa, ya sabemos cual.

Pueden estar tranquilos, no creo que nadie se vengue y es más, estoy convencido de que algunos de estos caraduras que han protagonizado el amiguismo y el sectarismo más desvergonzado van a seguir en sus puestos o a su sombra. Hay muchos favores debidos en el aire, el terreno está minado.

Y por seguir con venganzas y rencores. Es una noticia no buena, sino excelente, que a la hija del general Sáenz de Santamaría le parezca una mala noticia y le preocupe mucho, y que al ministerio el interior le preocupe más, el nombramiento de la consejera Beaumont. A otros nos preocupan los abusos policiales y nuestra progresiva indefensión jurídica; nos preocupa el régimen policiaco ya asentado.

Ese nombramiento es una noticia no ya excelente, sino inmejorable porque quiere decir que, por fin, alguien se va a oponer desde las instituciones a la plena constitución de un régimen policiaco, como es el actual, con el apoyo de la ley Mordaza y del Código Penal; alguien que puede plantarle cara, desde las instituciones, a uno de los personaje más nefastos que ha tenido mando en Navarra: la delegada del Gobierno.

Y si ese zascandil de un partido en derrota, como es Sánchez el del PSOE, dice que Uxue Barkos se ha equivocado con la formación de su gobierno, esa es la prueba concluyente de que la próxima presidenta de Navarra ha acertado plenamente.

Al Gobierno del régimen policiaco español y a la prensa que le sirve de eco le gustaría rematar sus declaraciones y editoriales con aquel inefable «No hay más verdad que esta que es la única verdad» con el que los falanges de Arriba España remataban en 1936-1937 sus artículos doctrinarios y de intoxicación informativa, como se está practicando ahora mismo. Eso ya no cuela, por mucho que recurran a trucos de guerra de brujos que dan más risa que otra cosa y a calumnias serias que deberían ser perseguidas judicialmente.

Lo que es grave es la negativa de toda la derecha española y sus medios de comunicación a admitir el resultado de unas elecciones democráticas a las que se han presentado partidos que cumplen todos y cada uno de los requisitos legales, y que representan a un sector muy amplio de la población hasta ahora silenciado, negado y convertido en invisible; y es grave y desolador que cuenten con el aplauso seguro de un público entregado, y que entre unos y otros hagan de la mentira verdad.

Me temo que van a ser considerados rencor y venganza el que quien ha obtenido la victoria democrática intente recuperar de manera por completo legítima todo aquello que le han arrebatado durante años, que es mucho.