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Más humano, menos raro

Ayer por la mañana más de una y uno nos llevamos una sorpresa al ver a una agente de la Policía Municipal en la plaza de entrada al colegio Bernart Etxepare de la Txantrea.

Algunos pensaron que tal vez tendría que ver con un mensaje de whatsapp que alerta estos días sobre un supuesto intento de secuestro de mujeres en el barrio, que consiste en obligarlas a entrar en un monovolumen azul. Otros vecinos miraban con recelo a la agente y más de uno le preguntó directamente por el motivo de su presencia. Y es que no estamos acostumbrados a que la policía venga a nuestra ikastola a velar por el orden vial y la seguridad de nuestros txikis a la entrada del cole. Algo que es tan habitual en los jesuitas, el BUP Leyre o el Sagrado Corazón aquí es una novedad, y eso que aquí hay escolarizadas más de medio millar de criaturas. El martes, día de San Miguel -patrón del cuerpo de seguridad local- el alcalde anunció su apuesta por un nuevo modelo de policía local, “más cercano, más social, más humano” o “más amable, más humano, menos raro” como diría la Cabra Mecánica. Habló de orientar la labor policial hacia la prevención y resolución de conflictos, de “propiciar la mejor convivencia entre vecinos” y de crear unidades de policías ciclistas. Por supuesto que todavía queda mucho por hacer y mucho que “sanear” en este cuerpo tan castigado por el anterior gobierno municipal y por el que fue su jefe el sin par Simón Santamaría, pero parece que las cosas van cambiando y esperemos que así sea por el bien de los propios 450 agentes y de la ciudadanía en general. Desde luego es mucho más agradable ver un agente prestando un servicio ciudadano a la puerta de tu colegio que un armario hormonado repartiendo candela, arrancando banderas, poniendo multas en el Olentzero del barrio o participando activamente en un desalojo por desahucio.