Sólo para hombres
Salí una noche con mi amiga Virginia. Estábamos hablando y bailando en un bar cuando un tío se acercó a mi amiga y le preguntó si estaba sola. ¿Soy transparente? Fui a pasar la ITV con el coche y el operario me dijo “Abra el capó, si sabe”. ¿Se lo dirá a también a los hombres? Fui a comprar un jersey con mi amigo Iker. La dependienta me dijo a mí que lo lavara en agua fría. Mi amigo Julen y yo nos perdimos en el monte. Le pregunté mapa en mano a un montañero que pasaba por allí y le dio todas las explicaciones a Julen. A mí sólo me dijo agur. Fui a tomar algo con Iñaki. Como siempre me pusieron a mí el zurito y a él la caña. Lo mismo pasa con los cafés y las infusiones. Mi prima me contaba alucinada que había ido a una entrevista de trabajo y no le habían preguntado por su estado civil ni si tenía criaturas o intención de tenerlas. Afortunadamente ya nos chirrían cosas que hace unos años eran normales como “Corrida Vasco-Landesa en la Plaza de Toros de Pamplona. Mujeres acompañadas gratis”. Aunque cuando vemos en algunas discotecas eso de “chicas entrada gratis hasta la 1.00”, vemos que tampoco hemos avanzado tanto. Más ejemplos cotidianos: ¿por qué decimos lengua “materna” o “señora de la limpieza”? Está claro que hay mucho que hacer. Nosotras, en general, tenemos que olvidar muchos miedos, muchas dudas y lanzarnos a tomar decisiones y a hacer cosas. Y los hombres tienen que aprender a ver el mundo desde puntos de vista diferentes. Esto es precisamente lo que unos cuantos van a intentar hacer este sábado en el Palacio del Condestable en un interesante taller, sólo para hombres, organizado por la plataforma Gora Iruñea en colaboración con el colectivo Gizonenea. ¡Muy bien!