Cuidado con el TTIP
el queso Idiazabal es el que se hace en las sierras de Aralar, Urbasa, Andia y Urbia con leche de oveja latxa y según los parámetros que marca el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Idiazabal. Como cuenta Jose Mari Ustarroz, presidente de este Consejo, esta marca se creó en 1987 para ayudar a los pastores y productores a seguir adelante con esa labor que desde hace cientos de años se ha venido desarrollando en nuestra tierra. La apertura de mercados y las exigencias de las propias administraciones territoriales, no podían, no debían suponer una amenaza para la actividad. Hoy, casi 30 años después a la vista están los resultados: una producción de 1.227.000 kilos de queso el año pasado, 122 pequeños productores entre ellos tres nuevos en Navarra y además jóvenes, y un producto apreciado en el mercado, galardonado en múltiples ocasiones. Hace sólo unos días un queso hecho en Aralar ha sido considerado el mejor de la península en la feria Alimentaria de Barcelona.
Y lo mismo podríamos decir del queso de Roncal, el pimiento del piquillo de Lodosa, la alcachofa de Tudela, el cordero, la ternera, el espárrago o el vino de Navarra. Alimentos todos ellos protegidos, que son una parte importante de nuestra economía y que al mismo tiempo contribuyen a que nuestros pueblos puedan seguir vivos frente a la presión de los cada vez más poderosos mercados globales.
Pues bien, todo ello está ahora en serio peligro por la amenaza del TTIP, el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones entre la Unión Europea y EEUU que pretende cargarse de un plumazo todas las medidas protectoras de los productos europeos.