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Monadas

Imagino que ya han leído sobre esos monos capuchinos que tallan piedras con técnicas similares a las que los humanos supimos hacerlo no hace tanto (en la historia de la vida de nuestro planeta). Los paleontólogos comentan que una de las tareas que nos fue haciendo humanos fue precisamente el uso de herramientas y en concreto la industria lítica. Por lo que se ve los monos sacan lascas de piedra para lamerlas, porque les gusta el sílice o les resulta útil para su nutrición. Aún, por lo que contaban los investigadores que estuvieron estudiando su conducta en las selvas brasileñas, no usan las piedras de bordes afilados como instrumento o arma. Lo mismo un día se animan, aunque ya llevan siete siglos haciendo uso de piedras como instrumentos y conocemos otros monos africanos que lo hacen desde hace miles de años. Las especies de monos de los últimos 15 millones de años somos impresionantes.

Y hay más: las actividades sociales de aprendizaje, alimentación, cohesión social, sexo y juego en simios son perfectamente asumibles como parientes cercanos de similares dedicaciones humanas. Sabemos que muchos monos son capaces de sopesar diferentes alternativas, plantear estrategias y tomar decisiones similares a lo que llamamos racionales en los humanos. En algunos casos, se ha querido ver pensamiento creativo o imaginación en el mundo simio, y hasta los chimpancés parecen capaces de disponer de un lenguaje con algunos elementos simbólicos, como el lenguaje humano.

Cada vez que veo en una atracción a un primo mío haciendo monadas, en cautividad, me siento extrañamente conmovido. Y entristecido. No sé qué estará pensando el pobre mono de nosotros: mejor que no le dé para odiarnos, que es lo que nos mereceríamos, por crueles. Quizá sea eso, la crueldad, la que nos hace diferentes.