Día del euskera
El sábado, el Gobierno de Navarra celebrará por primera vez de manera oficial el Día Internacional de Euskera. Para algunos parece que resulta escandaloso que ese día se le quite el protagonismo absoluto a San Francisco Javier, cuando precisamente en 1949 se eligió este día como fiesta del euskera por ser la festividad de este santo navarro y euskaldún. Dice la historia que San Francisco pronunció en euskera sus últimas palabras en su lecho de muerte en China en 1552.
Este año, Euskarabidea ha lanzado una campaña en la que dice que Navarra no se entiende sin esta lengua. Por su parte, en la CAV, como lema de la celebración han lanzado la pregunta ¿Qué puedo hacer yo por el euskera? La respuesta parece obvia: hablarlo. Así de sencillo, y así de complicado dirán algunos. Aprender un idioma en edad adulta no es fácil. Requiere mucho esfuerzo, tiempo y dinero. Por eso los euskaldunberris se merecen un monumento y por eso también resultan interesantes todas las medidas que sirvan para allanarles el terreno a aquellas personas que se deciden a hincar los codos.
Este año, por ejemplo, el Ayuntamiento de Pamplona ha ampliado las ayudas para estudiar euskera en cualquier modalidad de cursos intensivos, extensivos, on-line además de los internados o barnetegis que era lo que se subvencionaba hasta ahora.
Lo mejor sería, sin duda, que todo esto fuese gratis. En este sentido la CAV ha dado un paso adelante y hace unos días escuchábamos cómo PNV y PSE prometen la culminación del proceso para lograr la gratuidad en el aprendizaje de euskera para personas adultas hasta el nivel B2. Estaría bien que el PSN coincidiese en esto con el PSE, ¿no, María Chivite?