Negro oscuro
En euskera el mes de enero se denomina de varias maneras. Una de ellas es ilbeltza (el mes negro). A la escasez de luz y al ambiente gélido estos días les estamos añadiendo otras pinceladas de tonos muy oscuros: el asesinato de Blanca Esther Marqués, el apuñalamiento de Izar, la niña de dos años hija de Sara Majarenas, el desahucio de un señor de 84 años en Donosti, (retrasado hasta mayo, pero no suspendido), los miles de personas refugiadas sin refugio? Todo negro, pero del más oscuro.
Esta semana se están celebrando las semanas de la literatura negra. Una en Pamplona y otra en Baztan. En la primera este año, en la tercera edición, se ha incluido por primera vez un acto en euskera. Será el viernes a las cinco de la tarde en la librería Elkar Comedias. Allí charlaremos con los fabulosos escritores Jon Arretxe, Jon Alonso, Aingeru Epaltza y Eneko Aizpurua sobre este género tan menospreciado por muchos intelectuales, pero que tanto gusta al público como demuestran las listas de ventas.
Y nos podemos preguntar cómo es que estando los periódicos llenos de casos terribles seguimos buscando historias truculentas en las novelas. Quizá precisamente por eso, porque necesitamos ver y entender qué ha pasado, dónde, cuándo, cómo y, sobre todo, por qué. Hasta dónde podemos llegar los seres humanos, qué mecanismos desarrollamos para justificar lo injustificable? Y todo eso no aparece en los medios de comunicación, aunque cada vez hay más amarillismo por todas partes. Quizá lo que nos atrae y nos aterra, al mismo tiempo, es pensar que todas y todos nosotros podríamos llegar a hacer también cosas horrorosas. ¿Quién sabe? Preguntas que pondremos encima de la mesa el próximo viernes.