a explicación del alcalde Maya de por qué quiere nombrar a la plaza del Baluarte plaza de la Constitución es porque hay "nacionalistas y populistas (sic)" que están poniendo en duda la Transición, la Carta Magna y "hasta la Monarquía" y que es algo que ya tienen en otras ciudades. Vamos, que es un movimiento político, puesto que político -y legítimo- es tener una postura con respecto a Transición, Carta Magna y Monarquía y política por tanto es la respuesta que da Maya. A, mí, ponerle el nombre a una plaza como se le pone en Toledo, San Sebastián, Sevilla o Jerez -no sé si estas ciudades tienen plaza de la Constitución, Sanse sé que sí, el resto las pongo a voleo- me parece de una pereza mental sublime. Dije lo mismo con la famosa Plaza de la Libertad, que es como no decir nada. Estos sustantivos tan políticos o estos adjetivos tan genéricos no añaden nada al callejero de una ciudad y no hacen sino rebajar su listón, más allá de que puedas estar en contra o favor de la famosa Constitución. Y es que además la plaza ya tiene nombre: plaza del Baluarte. Porque se erigió encima de uno de los baluartes de la Ciudadela, el baluarte de San Antón, que creo además que está integrado en parte del edificio. Vamos, que la plaza tenía un nombre con una explicación física clara y lógica y con una facilidad obvia para nombrarla en conversaciones y en citas o referencias, puesto que unes edificio con denominación oficial. No sé, igual ahora le da por quitarle a la plaza del Ayuntamiento la denominación y le llama plaza de la Monarquía, porque hay que reivindicarla. Igual se lo comenta el amigo de los 12 días de San Fermín o los de Sociedad Civil Navarra o el Politz Buró de alguna sociedad gastronómica. Lo que sea. Todo tiene explicación y se puede explicar. Cosa distinta es que la explicación elimine la vacuidad de la acción y lo innecesario y retorcido de la misma.