e hace gracia cómo anda cierta derecha navarrista cerrando filas en torno a Esparza. Aseguran, sin sonrojo, que por ejemplo Cayetana Álvarez de Toledo, diputada del PP que el otro día vino a soltar su brasa y que defendió a Sayas y Adanero, no es de UPN, que como es ajena al partido del que opina pues que no pinta nada. Cojones, no se oía decir ni palabra a esta peña cuando te vienen aquí Vargas Llosa o decenas más a soltar su caquita sobre Navarra y sobre cómo tenemos que vivir o votar u organizarnos los navarros o cuando vino Rivera a joder y nada más en Alsasua y se le unieron montones de políticos locales al calor de las cámaras y cuando desde los púlpitos de la prensa de Madrid se vomitan toda clase de barbaridades sobre realidades de aquí: callados como muertos, todos y todas. Ahora, en cambio, que si Cayetana no es de UPN, como cuando desde UPN Pamplona le afearon a un conocido periodista fascistón sus tuits sobre la seguridad ciudadana en Pamplona. Ya dice el dicho que quien se duerme con niños se levanta mojao y de vez en cuando no viene mal que uno reciba de su propia medicina, para darse cuenta de que en este pozal tan pequeño que es Navarra llevan metiendo el hocico muchos y muchas demasiados años y de gratis y que aquí muchos de los que ahora parecen rasgarse las vestiduras aplaudían con las orejas. Pues hablando mal y pronto: ajo y agua, es lo que habéis ido alimentando durante décadas y lo que seguiréis alimentando, claro, porque está en vuestra naturaleza dar mucha más carta de verdad y mucha más cancha y mucho más eco a voces llegadas de fuera que desconocen esta tierra que a muchísimas que viven aquí y que como no comulgan con vuestros credos son ignorados y marcados. Ser de fuera o no saber una mierda de lo que pasa aquí no es un demérito. Lo que nunca puede ser es un mérito. Así que ahora a apechugar con lo que leáis y oigáis.