‘Random’

Random es una palabra inglesa que viene a significar aleatorio, algo hecho al azar, sin un plan. Algo que sale por donde menos esperas. Algo sin pies ni cabeza. En términos de política foral, para entendernos, diríamos que el PSN siempre ha sido muy random. Es muy random, por ejemplo, que el Consejero de Educación Carlos Gimeno decapite a la máxima responsable del programa Skolae y provoque la desaparición del equipo que lo creó, justo unos días antes de recoger en París el premio que le ha otorgado la Unesco. O que Maite Esporrín se presente a última hora como candidata a la presidencia de la Mancomunidad, a ver si alguien le vota.

Random es ir por ahí como vaca sin cencerro. A su bola. Como hizo el grupo municipal de Aranzadi en la pasada legislatura, vamos. Se podría decir, en concreto, que Armando Cuenca fue el Rey del Random.

Lo contrario de random sería Navarra Suma porque es totalmente previsible qué va a hacer y qué va a decir en cada momento y en cada pregunta parlamentaria o en cada pleno de ayuntamiento. Esparza y sus colegas están presos de sus pensamientos recurrentes, como la obsesión por el euskera y la ikurriña, sus mantras de bilduetarras o el deseo incontrolable de rendir pleitesía a la monarquía española? A todo esto ahora se suman, además, los reproches de amante despechado de Esparza a Chivite día sí y día también: que cómo has cambiado, que si eres un títere, que si eres un regalo para el nacionalismo vasco, que si has renunciado a tu ideología por un sillón, que si sólo tienes ojos para Bildu? y suma y sigue.