on el día de hoy debía empezar la vigesimosegunda edición de la Korrika, pero no ha podido ser porque sería prácticamente imposible organizar un acto tan masivo con las medidas de seguridad necesarias. Vendría a ser como organizar unos sanfermines con toque de queda a las once y metro y medio de distancia interpersonal. AEK ha preferido retrasar el evento al 2022 y este año limitarse a hacer un acto "sencillo" y conforme a las restricciones sanitarias. Será el 28 de marzo, el día en que terminaría la Korrika. En esta edición se quiere recordar, además, que hace 55 años se gestó el comienzo de AEK, cuando el joven periodista y escritor Rikardo Arregi promovió una campaña para impulsar la alfabetización y la enseñanza de euskera a adultos y le trasladó la propuesta a Euskaltzaindia, la Academia de la Lengua Vasca. Tenía 24 años. Tres años después moriría en un accidente yendo, precisamente, a una reunión de la Academia, pero su sueño se cumplió y en 1976 nació la coordinadora gracias a la que miles y miles de personas hemos aprendido euskera.

La Korrika es, sin duda, el evento más importante de Euskal Herria. Una carrera que activa a cientos de miles de personas, sin parar ni de día ni de noche a lo largo de miles de kilómetros. Todo ese subidón que supone la Korrika, esa sensación de estar haciendo algo bueno entre muchos, esa alegría contagiosa es lo que da ánimos para seguir adelante en el día a día, y seguir explicándoles a los de siempre que aquí el euskera no es algo impuesto y traído por los pelos desde no se sabe dónde, sino que es una de las dos lenguas de Navarra y que el valor de las cosas no sólo se mide según el IBEX 35, el PIB o el IPC.

Gora Korrika!