¿Qué ofrecerá más garantías para ser buena psiquiatra? ¿Un cursillo de 20 horas impartido por un fontanero o uno de tres años ofrecido por el mismo fontanero? No digo yo que ese profesional de lo suyo no haya extraído conclusiones acertadas acerca de la psicología humana mientras desatasca cañerías y arregla cisternas a clientes de todo pelaje, pero no parece el perfil más adecuado para formar a quien intenta desentrañar los límites del comportamiento humano y ofrecer ayuda en esa magna misión. Mario Iceta, Presidente de la Subcomisión episcopal para la Familia y Defensa de la Vida de la CEE, asegura que un cursillo prematrimonial de 20 horas se queda escaso de contenido y ofrece a las parejas que quieran casarse por la iglesia el equivalente a un grado universitario para enseñarles qué les espera. Párrocos ilustrándote durante tres años acerca de los misterios del sexo, de la convivencia y del concepto de fidelidad. Ampliar formación suele ser sano, pero no sé. Mientras presentaba ayer este curso de 12 temas en 3 años con dos clases al mes Iceta argumentaba su visión, "puede ocurrir que alguien que esté acostumbrado a la masturbación no pueda descubrir la belleza de compartir la sexualidad". Hay quien prefiere hacer ascenso y cima en soledad porque así las satisfacciones que le depara la montaña se le intensifican. Hay quien disfruta más compartiéndolas en pareja o en grupo porque al placer del paisaje se le suma el del feedback. Dudo que el alpinista solitario rechace las rutas en buena compañía si se le presenta la oportunidad. No se trata de elegir, sino de sumar. Me atrevo a asegurar que esta es una visión bastante compartida por quien haya probado las dos maneras de lanzarse al monte. Y luego están los fontaneros que forman a psiquiatras.