"Somos cuatro amigos que aquí hemos llegado, vamos a contarles dónde hemos estado...". Esta popular música norteña podría acompañar los encuentros constituyentes de GEROA, Nafarroako Sozialberdeak Europan/GEROA, Socialverdes de Navarra en Europa. Unos están en la asociación Zabaltzen, otros en Atarrabia Taldea, otros son independientes y otros, no adscritos. Pocos y diversos. Variopintos en sus procedencias remotas. Renuncia a la independencia en aras de la militancia, más rentable cuanto más dócil ante el liderazgo. En todos los partidos. El aparato doma discrepancias y asigna beneficios. Los partidos no "ensanchan", comprimen. No "refuerzan", atan. Miembros firmantes del acta fundacional del nuevo partido recorren Nafarroa/Navarra como hiciera Barcina en vísperas de una campaña electoral. Con respeto a los aforos de seguridad. Grupos pequeños. La pandemia les ha permitido el disimulo. La política no recluta hoy a más de diez curiosos. Todos los de GEROA dijeron BAI al PNV, que no es santo de la devoción de todos. Si Aralar cercenó el futuro de Nafarroa Bai al registrar la marca a escondidas ante posibles avatares futuros NaBai fue la coalición foral más potente como alternativa a UPN y reveladora de las miserias asociativas del PSN, los promotores de GEROA, modo coloquial de Geroa Bai, se apropian de la identidad de la sociedad. Aprovechamiento astuto. Maniobra ni ética ni estética. Rastrera. La marca tiene valor. Pero el valor añadido de influencia en Moncloa lo tiene el PNV. Los independientes comprometidos, proactivos y críticos enriquecen ideas y estrategias sin cautela ante los dirigentes. Si carecen de vanidad política y de pretensión orgánica, aún mejor. Geroa Bai nació menos radical que Nafarroa Bai en sus costados nacionalista y de izquierda. En octubre, Congreso: estatutos, ponencias, ejecutiva. El liderazgo de Uxue Barkos está claro. Salvo que se lo dispute María Solana con infiltrados de Navarra Suma.