e plañideras. Así habrían participado Mendia y Chivite si se hubiera celebrado este pasado viernes la procesión del Santo Entierro. Plañidera es una mujer llamada y pagada para llorar en un entierro. Lágrimas fingidas. Las secretarias generales del PSE y del PSN habrían llorado en el entierro por la muerte de la verdad en el caso Zabalza. Llamadas por su propia conveniencia de imagen ante la opinión pública local y pagadas por sus sueldos institucionales y de partido. Para Mendia, el PSOE es un ariete que derriba resistencias a la investigación. Chivite hizo suya la declaración parlamentaria foral de exigencia de investigación a fondo. Ambas gobiernan con el PNV: Mendia, consejera de Trabajo y Empleo y vicelehendakari segunda de Urkullu; Chivite, presidenta de un gobierno de coalición que lo incluye. Gestos de andar por casa. En las Cortes Generales, el PSOE se opuso a instar al Gobierno la desclasificación de los papeles y la mediación de la Fiscalía General del Estado para solicitar la reapertura del caso. Ambas peticiones fueron llevadas en moción por el PNV. Parapeto, la ley franquista de secretos oficiales: una rémora muy conveniente para lavarse las manos. Una de las legislaciones preconstitucionales que siguen vigentes en tedioso propósito de reforma. Navarra Suma mudó su apoyo en el Parlamento foral por su rechazo en el Parlamento español. Cambio de táctica según el campo de juego. Tampoco prosperó en Junta de Portavoces la petición de comparecencia de Grande-Marlaska. Pablo Iglesias e Irene Montero apoyaron con su asistencia el documental Non dago Mikel?, pero hasta Unidas Podemos alivió el compromiso al ministro del Interior: "No tiene ninguna responsabilidad en lo ocurrido". No era responsabilidad política lo que se le hubiera pedido sino una actitud responsable de colaboración con la verdad y la dignidad de la familia afectada. Los adalides del constitucionalismo no ayudan. Una reflexión en el Día de la Patria.