s lo que hace la incertidumbre en torno al futuro de la planta de Volkswagen en Landaben, vital para la industria, el empleo y la economía de Navarra. Casi 23.000 trabajadores afectados entre plantilla propia (cerca de 5.000) y empresas satélites. La movilidad eléctrica en detrimento de los motores de combustión es la clave. Documento de referencia: PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica). El entonces presidente de VW Navarra, Emilio Sáenz, anunció en junio que Landaben implantará el coche eléctrico a finales de 2025 o principios de 2026. Fue en un encuentro profesional sobre la industria de la automoción, en Baluarte. Ya ha sido relevado. A la llegada del sustituto, el presidente del consejo de Administración ha dicho en nota pública: "Nuestra planta en Pamplona se convertirá en parte de la transformación acelerada hacia la electrificación". Retórica. El presidente cesado mostró antes de la pandemia su deseo de que la fábrica tuviera un carácter mixto de transición, o el futuro estaría en peligro a finales de esta década. La empresa alemana ha mostrado su intención de que España acoja una de sus factorías de baterías y la producción de vehículos eléctricos pequeños del consorcio. La Comisión Europea ha marcado 2035 para el final de la venta de vehículos de combustión. Landaben y Martorell se perfilan como rivales en el reparto de fabricación de baterías, una, y de coches, la otra. Aunque ambos procesos de producción estén robotizados y digitalizados, con la consiguiente reducción de mano de obra, la diferencia es importante. Las decisiones políticas pesarán en su momento. Catalunya exige mucho cariño del Gobierno estatal en este largo y proceloso camino político hacia un futuro incierto del estatus de ese territorio. El nuevo máximo responsable de Landaben se formó en Barcelona y estuvo muy vinculado a Seat y a la planta de Martorell. "Parte de la transformación acelerada". ¿Qué parte?