Cada cual tendrá las suyas, más o menos gratas, pero ahora que estamos a tiempo es importante empezar para llegar a septiembre con los deberes hechos. El verano es un tiempo engañoso, es la estación que más rápido pasa, la que todos queremos que llegue y casi ninguno que termine. Soñamos con días azules de junio y no queremos ni en pintura los días grises de octubre. Si eres estudiante y has pencado algo te toca coger los libros y tratar de recuperar como sea. Si has aprobado todo, seguro que tienes la agenda llena para tratar también de recuperar pero algo distinto, quizás todo ese tiempo no disfrutado durante el curso por estar metido entre cuatro paredes. Pero ya cuando no eres estudiante las tareas cambian. El verano es tiempo de pensar, de detenerse en lugares y personas por los que de normal se pasa demasiado rápido. Es tiempo para tener tiempo, ese lujo tan contemporáneo. Para decidir lo que no hayas decidido y embarcarte donde siempre soñaste estar. Vacaciones, por fin, si tienes la suerte de tener trabajo. Tiempo para mirar y no solo ver, para escuchar además de oír, para disfrutar a tope de esta estación de días largos y noches cálidas. Tiempo de cerveza y brindis con amigos. Época de tareas sí, pero me quedo con las que he leído por Internet que, al parecer, un profesor italiano ha puesto a sus alumnos en un arrebato de poesía y vida. No les manda hacer ejercicio, ni desconectar del móvil, ni wasapear menos y hablar más, que tampoco estaría mal. Les sugiere invertir horas de verano en cosas tan placenteras como pasear en solitario por la orilla del mar, leer no por obligación sino porque “los veranos inspiran aventuras y sueños”. Y una de las que más me gusta para poner en práctica es la que les recomienda “evitar las cosas, situaciones y personas que te hacen sentir negativo o vacío y buscar situaciones estimulantes y la compañía de los amigos que te enriquecen, te entienden y aprecian por lo que eres. Durante el verano, siempre haz todo lo posible para no darte por vencido y todo lo que puedas para lograr tus sueños”. Yo me las apunto y las recomiendo. Ahí queda septiembre.