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Una historia del Bronx

No será el asunto más importante de nuestras vidas, pero siempre es interesante observar cómo se concede la responsabilidad, se entrega representación y confianza en la vida pública de otras partes. Por comparar, por qué no.

La renovación de la cámara de representantes de los Estados Unidos ha tenido su miga, pero todavía más la minuciosa disección a la que han sido sometidos los nuevos electos. El desembarco de las mujeres, han llegado a pregonar algunos medios con la aparición de numerosas nuevas caras femeninas en la cámara, aunque la emoción por las más de 90 representantes queda matizado si se lleva la cifra al porcentaje y resulta que se queda en el 22% del total de la cámara baja.

Globalizadas y trumpizadas estas elecciones, es decir, más cercanas y con mucho ruido, más allá de los números totales la grandeza y la pelea hay que buscarlas en las historias personales. El sistema a veces no puede cerrar todas las puertas y perpetuar el establishment. Por esto es noticia la congresista más joven, esa chica de origen latino de tan sólo 29 años; las representantes de raíces nativas, las dos primeras musulmanas y también esa lesbiana que se ha colado en un feudo tradicionalmente republicano. Mujeres que han convencido. Rarezas para el sistema. Qué disgusto se han llevado.

Más disgusto habrá sido lo que alguna sostiene. Alexandria Ocasio-Cortez se ha convertido en la mujer más joven en llegar al Congreso de Estados Unidos. La nueva congresista cuenta con 394.000 seguidores en Instagram y con otros 924.000 en Twitter. En esta red social ha publicitado muchos de los argumentos de la campaña que la ha llevado a ganar con un 78% de los votos de su distrito. Un aviso de donde se cuecen también las habas. “Incrementar el sueldo mínimo federal para que se pueda vivir con él y apoyar un movimiento obrero revitalizado y propio del siglo XXI son dos puntos de partida esenciales para que la clase trabajadora estadounidense consiga el sueldo digno que merece. La sanidad, educación y vivienda son también piedras angulares”. Esto lo ha escrito una chica latina del Bronx y le han votado por ello... Donde está la hoz y el martillo pensarán algunos. Los nostálgicos.

La próxima revolución, allí, aquí y donde visten con velo, es de ellas. Global por ellas. Hay que sumarse.