No depositar la basura en el contenedor indicado puede convertirse en un ilícito penal; un acto de desobediencia comparable a saltarse un semáforo, orinar en la vía pública o arrojar una colilla desde el coche. Ya están advertidos.

Son pocas las personas que se saltan las normas en comparación con la inmensa mayoría que cumple al pie de la letra con las normas de buena ciudadanía. Pero ese ir por libre, hacer lo que a uno le da la gana, obliga a intervenir a la autoridad competente. Y, así las cosas, el ir a la caza del infractor nos pone a todos bajo sospecha y a tiro de cámara de vigilancia. Si quedaban rincones libres de la observación tecnológica, el círculo puede cerrarse más con la instalación de dispositivos que tomen imágenes del uso o no de determinados contenedores. Me parece un poco excesiva esa obsesión de querer tenerlo todo al alcance del objetivo, bien sea a vista de farola, de fachada, de centro público o de domicilio privado. Los defensores de la naturaleza echaban mano de aquel mito que evocaba un tiempo en el que una ardilla podía cruzar España saltando de árbol en árbol; pues bien, ahora no sonaría muy exagerado decir que es casi imposible viajar de A Coruña a Almería, en cualquier medio de transporte, sin que dejen de filmar tu rastro ni un minuto.

Así que nadie piense que no depositar la bolsa en el contenedor, dejarla en el suelo, es un acto que va a pasar desapercibido. A ver; si la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona cada vez nos quita más plazas de aparcamiento para multiplicar el número y especialización de los depósitos, sumando a esto las campañas de publicidad, la información enviada a los domicilios, las tarjetas, los lectores de QR, etecé, etecé, con todo ese despliegue de medios, que sigan quedando desperdicios amontonados en la vía pública tiene que caer en la entidad como los restos de un cenicero en un suelo recién fregado. Aquí vamos a reciclar todos por lo civil o por lo mancomunado. No será atenuante el alegar que “he olvidado la tarjeta” o que “el contenedor de orgánica es pequeño y se llena enseguida” o “¿que quiere que haga con este colchón viejo..?”. Siempre puedes pedir el VAR, la revisión de lo que ha grabado la cámara, pero tengo para mí que esa amonestación no te la quita nadie.