Me equivoqué. Pensaba que Esparza, recordando sus tiempos de portero, había ido a rematar el córner en el tiempo de descuento con la camiseta de “Navarra suma” para forzar la prórroga y en realidad va a resultar que le va más el tenis. El líder de UPN subió el miércoles a la red en un intento precipitado de levantar otro match ball en un viaje a Madrid en el que lanzó de paso un dos paredes al ancho del PNV en el frontón de la Zarzuela. El tiempo dirá si en la jugada hay más espectacularidad a lo Titín que efectividad política, pero de momento se ha situado en la pista central. Aunque donde se juega su futuro en realidad es en la cancha foral. Y aquí otra que ha subido a la red es María Chivite, que sigue con su idea de pactar con Geroa Bai, Podemos e I-E, pese a los mensajes contradictorios del juez de silla de Ferraz. Alta tensión. Uno u otra (o quizá los dos) van a salir trasquilados de este juego al ataque... Sánchez sigue ahí, agazapado en el fondo de la pista, esperando a ver cómo se resuelven las diferentes eliminatorias después de la visita que realizó a Macrón -inspirador de Ciudadanos- para ver cómo se juega en dobles en Roland Garros (¿con Rivera sí?), sin meterse en el campo de minas de la tierra batida del Conde de Godó y el enjambre catalán. Y es que a estas alturas parece claro que hay que elevar la perspectiva y situar el torneo foral en un gran campo de juego estatal (e incluso europeo) con muchas pistas y partidas simultáneas. Nada cambia y todo cambia. Eso sí, Sánchez ya puede ir vistiéndose de corto y bajar a la arena. Hasta ahora la suerte le ha sonreído, pero cualquiera sabe si la pelotita no le caerá al otro lado de la red tanto calcular pasos y tiempos. Ojo a premiar con un gobierno a una CEDA foral exportable al Estado... Porque esa investidura sin peajes que trama haciéndole la cobra a Iglesias y coleccionando siglas parece más una ruta turística por la Península (Canarias, Cantabria, Navarra, Valencia, CAV...) que un acuerdo coherente y estable. Quizás le puede dar los votos por los pelos, pero rehúye los dos nudos gordianos de hoy: Catalunya y la democracia real. Encima solo faltaba que en lugar de Navarra como moneda de cambio lo vaya a ser Madrid y que la salida pase por navarrizar España... La última vez que alguien planteó algo así salieron miles de tipos con boina roja rumbo a la capital. Y la cosa acabó mal. Mejor que nos dejen decidir a los navarros y navarras en paz nuestro futuro.