cumplidas ya cinco semanas de confinamiento, lejos de aclararse el panorama, tenemos ahora muchas más incógnitas que cuando se decretó el estado de alarma. Mientras tanto, crece la lista de pérdidas humanas sin que, en tiempos del big data, ni siquiera sepamos contarlas y tampoco terminan de llegar noticias tranquilizadoras de la comunidad científica. Su principal respuesta a la pandemia ha sido la misma que hace mil años -el aislamiento- y sigue mandando mensajes contradictorios incluso con el uso de las mascarillas.

No ha sido mejor, en términos generales, la gestión política. Los gobiernos de los estados teóricamente más avanzados han reaccionado cuando se han visto con el agua por encima del cuello y todavía no tienen capacidad de transmitirnos un cronograma, aunque solo se trate de un simple esbozo revisable, de su hoja de ruta para salir de esto.

Como no hay mal que por bien no venga, en esta desgracia también se puede ver la botella medio llena. Entre las enseñanzas positivas está que vivimos en una sociedad tan responsable que cumple el confinamiento de manera ejemplar, así como el valor de la sanidad pública y de sus profesionales, la solidaridad para ayudar en tareas básicas a los más impedidos con más voluntarios que demanda, el descenso de la contaminación, y un largo etcétera.

Pero también podemos ver la botella, ya no medio vacía, sino sin una puñetera gota que llevarnos al garganchón. De la noche a la mañana, estamos ante una crisis sanitaria y económica de una profundidad que se tardará en medir, y que ha dado un vuelco a la sociedad como nada lo había hecho en las últimas décadas. Acostumbrados a planificar sobre todo el ocio, ahora arrancamos hojas del calendario sin ver ni de lejos el final del túnel que nos permita recuperar esta parte de nuestra vida aplazada sine die.

Ya hay quienes advierten de que el plan no es recuperar el pasado reciente sino avanzar hacia un futuro que al menos a corto plazo va a ser distinto a lo que estamos acostumbrados. ¿Cuándo? No se sabe. Esa es la gran pregunta que hoy no tiene respuesta.