la presidenta Chivite protagonizó ayer en Madrid un desayuno informativo para hablar de la Navarra real, la que se construye en positivo desde la integración de su diversidad, nada que ver con las soflamas apocalípticas que propalan periódicamente los comparecientes de la derecha en los foros capitalinos. La jefa del Ejecutivo del PSN, Geroa Bai y Podemos glosó para empezar la pluralidad de esta tierra sin la que no puede comprenderse su sociología compleja, ni entender el consenso social que por ejemplo precisa el euskera como patrimonio colectivo en lugar de como arma arrojadiza, para a continuación constatar que la estabilidad política de la Comunidad Foral necesita de pactos entre diferentes. Un acuerdo presupuestario de amplio espectro antes que nada, del que la presidenta denunció la autoexclusión de Navarra Suma en contraste con la contribución proactiva de EH Bildu, por lo demás una evidencia tan palmaria como el aumento del techo de gasto en un 5,9%, hasta los 4.256 millones. Chivite realizó en Madrid todo un alegato de la política útil que encarna su Gabinete como continuación de la gobernanza progresista del liderado por Barkos, que en el caso de Navarra debe tener al autogobierno como pilar esencial en tanto que basamento del bienestar de la ciudadanía y de su pujanza económica. Así, la presidenta enfatizó el derecho de Navarra a asumir las competencias pendientes de transferir, la de Tráfico para empezar, una reclamación histórica que el Ejecutivo foral precedente demandó con razones fundadas y cuya devolución acontecerá esta legislatura pese a la aberrante posición de UPN alineándose con las tesis más centralistas. Al margen de la aprobación de los Presupuestos y del retorno de competencias, esa política útil tiene como otro de sus hitos principales la renovación del Convenio Económico, que deberá contemplar nuevas figuras impositivas como las tasas Google y Tobin en los trabajos entre administraciones a avanzar este trimestre, según anunció Chivite. Un diálogo propositivo del que Navarra es paradigma y sobre el que se edifica su desarrollo desde la premisa de la cohesión social, con la creación del empleo como prioridad cumplida a la vista de las afiliaciones a la Seguridad Social, para un aumento del 2,5% en términos anuales en abierta contradicción de los voceros del catastrofismo provenientes de la alianza ultramontana de las tres derechas. Navarra, ejemplo de gobierno estable en su transversalidad y de progreso humanista.