eis meses después de que las alumnas y alumnos navarros tuvieran que abandonar precipitadamente las aulas a causa de un mortífero y devastador virus del que, entonces, casi no se sabía más que el nombre, hoy en muchos caso -en otros el lunes día 7- se inicia en la Comunidad Foral el retorno a los centros escolares para iniciar el curso más atípico. Las extraordinarias medidas de prevención sociosanitaria marcan la excepcionalidad de esta vuelta al cole. Administración y docentes están listos, con algunas incertidumbres todavía, para un curso en el que la prioridad, además de las lógicas educativas y formativas, será la de mantener a raya al coronavirus. En los menores, pero también en la comunidad educativa y en las familias. La educación ha tenido que reinventarse y adaptarse, como todo, a la realidad que impone la crisis sanitaria y docentes y Administración han estado planificando -no sin desavenencias muchas veces- que este curso pueda celebrarse con las mayores garantías posibles. Aunque a pesar de todos los recelos es lógico recalcar que el riesgo cero no existe ni ante el covid-19 ni ante nada en esta vida. No obstante, en el caso de Navarra, el departamento de Educación elaboró un protocolo el pasado mes de junio, que se ha ido actualizando con el paso del tiempo, y que los centros han tenido que implantar para preservar la salud de docentes y alumnado, con el fin de garantizar un derecho básico como es la educación. El Gobierno de Navarra se ha esmerado en unos planes extraordinarios de prevención que han sido aplaudidos desde el Ministerio y que han supuesto un desembolso superior al medio centenar de millones de euros para la red pública y la concertada. Parte de la comunidad educativa ha recelado hasta ahora de algunos planes concretos pero se han puesto manos a la obra para que esté todo listo para hoy en una tarea que los centros educativos han realizado no sin los consabidos problemas e inconvenientes derivados de la pandemia. Tras un verano diferente y difícil, envuelto en las restricciones de la "nueva normalidad", el esfuerzo extra de todos los responsables ha propiciado la vuelta al cole más atípica. Todo está a punto para un reencuentro sin abrazos y con más separación de la habitual. Con una convivencia más cercenada. Y con la incertidumbre de si serán suficientes todas las medidas excepcionales adoptadas.