avarra arranca un nuevo curso político marcado aún por la pandemia de covid-19 y su gestión tanto diaria como a corto y medio plazo, pero con buenas perspectivas para avanzar en la recuperación económica que dejó lastrada el virus. La evolución, lenta pero positiva, de la pandemia gracias sobre todo a la vacunación masiva ha permitido flexibilizar algunas de las restricciones impuestas, empezando por el toque de queda que la presidenta Chivite dio ayer por enterrado. No obstante, esto no puede llevar a una relajación excesiva, ya que la incidencia sigue siendo muy alta. En concreto, a 14 días estamos en 227 casos por cada 100.000 habitantes -250 es considerado riesgo muy alto o extremo- y a 7 días en 90, lo que significa que es un deber proteger la salud pública y la actividad social. En este sentido, la estrategia del Gobierno, además del mantenimiento de la prevención y la prudencia, implica poner las bases para la transformación social y económica que lleve a Navarra a pasar de la fase de resistencia frente al virus y sus consecuencias a una etapa con la meta puesta en la recuperación. Los deberes están parcialmente hechos. Los datos avalan la percepción de que la economía avanza con paso firme hacia cifras prepandemia. La recaudación fiscal ya es un 9% superior a la de 2019 y la previsión es que el PIB crezca el 6,5%. Todo ello tiene ya su repercusión positiva en el descenso del desempleo, que ronda el 10%. Además, la recepción y gestión de los fondos europeos para la puesta en marcha de diversos proyectos van a ser, sin duda, uno de los grandes retos del nuevo curso y de la legislatura, porque de ello depende en gran medida el objetivo de la necesaria transformación tecnológico-digital, energético-medioambiental y sanitario-social. A la vuelta de la esquina está la elaboración de los Presupuestos para 2022. Chivite hizo ayer un llamamiento a los grupos de la oposición a aprobar las Cuentas Públicas del próximo ejercicio, si bien Navarra Suma prácticamente volvió a autoexcluirse de una negociación en la que EH Bildu seguramente volverá a ser determinante para que salgan adelante. Antes de esto, dentro del mes de septiembre que hoy comienza, la presidenta confía en cerrar con el Estado la renovación del Convenio Económico para el quinquenio 2020-24, lo que debe servir para dar más estabilidad a las finanzas de la Cojmunidad Foral.