El PSOE celebra hoy un Comité Federal extraordinario que se va a limitar a cambiar algunos de los cargos de mayor peso de la dirección, pero sin desviarse ni un milímetro de la apuesta ideológica que Pedro Sánchez ha mantenido, no sin algunos vaivenes, desde que en 2017 asumió por segunda vez el liderazgo del partido. La cita llega en un momento especialmente delicado para la formación socialista, que ha salido vapuleada de las dos últimas contiendas electorales libradas en Castilla y León y Andalucía, y con las encuestas advirtiendo de una clara tendencia a la baja.

En estas circunstancias, el secretario general del PSOE se dispone a hacer unos nombramientos que encajan con la línea de proseguir la estrategia de entendimiento con la izquierda y los nacionalismos. Para ello, la figura de Patxi López como portavoz del Congreso, deja a las claras que las intenciones de Sánchez no pasan por caer en la tentación de buscar otros aliados parlamentarios. Más importante es todavía la consolidación de Santos Cerdán como secretario de Organización.

El diputado navarro ha desempeñado un papel clave en los últimos años en la decidida apuesta por buscar el entendimiento, sin acomplejarse ni dejarse influir por la caverna mediática, con formaciones como EH Bildu y ERC. Una labor en la que Cerdán ha tenido que vencer las resistencias internas que existían dentro de su propio partido de barones temerosos a que este giro a la izquierda pudiera pasarle factura en forma de pérdida de espacio electoral.

Por ello, su continuidad en un puesto clave supone de facto reforzar la apuesta del PSN de distanciamiento con UPN. Cuando apenas faltan unos meses para que se abra el próximo ciclo electoral de comicios forales, municipales y generales, los movimientos que hoy se van a dar en Ferraz van en la línea de profundizar en la estrategia de los últimos años. Sin duda, se trata de una mala noticia para el regionalismo navarro, que ve que diezmadas sus posibilidades de regresar al Palacio foral.

UPN sabe que sin la colaboración del PSN no tiene opciones reales de recuperar el poder, y desde luego las intenciones de Chivite son repetir la alianza con Geroa Bai y Podemos, continuar con el acercamiento a EH Bildu y perserverar en el distanciamiento con la derecha, que a día de hoy sigue sin aclarar con qué marca concurrirá a las elecciones.