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Los rabinos y la circuncisión

Acabo de enterarme de que en Nueva York los judíos han ganado una batalla judicial por la que los rabinos podrán succionar el pene del bebé para finalizar la circunsición. Sí, han leído bien, succionarle el pene a un bebé. Y es que en nombre de un ser superior uno puede hacer cualquier barbaridad. Soy yo el padre del bebé y cometo otra.

No importa que esta costumbre sea fuente de infecciones como el herpes, no importa que desde el año 2010 hayan fallecido dos bebés por estas prácticas, la creencia religiosa está, al parecer, por encima del derecho a la salud y a la integridad de las personas.

¿Y cómo es que la circuncisión femenina es abominable mientras continuamos circuncidando a millones de niños todos los años por tradición o creencias religiosas, a pesar de las secuelas que puede acarrear?