Mediante esta carta quiero explicar y transmitir mi desacuerdo con la situación en la que nos encontramos algunos vecinos de Pamplona a raíz de la implantación de las zonas azul y naranja en distintos barrios de la ciudad.

Con la llegada de la zona naranja al barrio de San Juan nos hemos encontrado con la paradoja de que no podemos aparcar cerca de casa si no es pagando religiosamente cada hora de estacionamiento. Al ir a solicitar la tarjeta de residente, para poder aparcar en nuestra zona pagando anualmente la cuota correspondiente, los residentes que contamos con alguna plaza de garaje en el barrio nos hemos encontrado con que no es posible disponer de ella. Al tener una plaza de garaje, al parecer esto imposibilita tener tarjeta para la zona naranja.

Lo que quizás nadie ha pensado es que muchas plazas de garaje están bastante lejos de los domicilios, y que para cualquier movimiento o gestión que durante el día debe hacerse, la solución no es aparcar en el garaje, muchas veces situado a varias calles de distancia. En mi caso, tengo plaza en el garaje de Oskia, y mi domicilio está en Monasterio de Fitero. Cada vez que llego a casa y necesito permanecer sólo un momento, o descargar algo, etcétera, tengo que pagar en la zona naranja.

Me planteo: ¿tan difícil sería poder disponer, como cualquier otro vecino, de la tarjeta de residente, para poder vivir con mayor tranquilidad en lo que al estacionamiento se refiere? La mayor parte de vecinos en esta situación somos personas mayores a las que este hecho nos crea bastante incomodidad. Espero que esta carta haga recapacitar y cambiar la medida a quien corresponda.