Mucho está sonando lo de las ITV últimamente. Y lo que sonará, especialmente en prensa. Por la experiencia vivida, espero pronta solución y asequible a todos los ciudadanos.

Como todo hijo de vecino acudí a pasarla el pasado 6 de mayo lunes. Llegada 7.45 horas. Salida 17.12 horas. O sea, 9 horas. Casi un día entero.

Como hay tiempo para todo, charla entre los que estamos en cola. Me entero, el que lo dijo estaba bien informado, que es una empresa contratada por el Gobierno para hacer un trabajo que él no hace. Me guardaré de hacer comentarios al respecto por aquello de que no deseo conflictos.

Eso sí, en el mismo bloque, bar-restaurante, con lo cual la espera se hace menos tortuosa acompañada de bocatas, café o lo que apetezca. Quien guste de la lectura, como yo, llévese un buen libro. Paciencia.