Cuanto más se lee sobre las andanzas judiciales del caso Máster de Pablo Casado más se parece a los hechos que dieron por cerrado el caso de las dietas opacas que cobraba la cúpula política de Caja Navarra, Barcina, Sanz, Miranda y Maya. Como en la instrucción del falso máster de Casado en la Audiencia de Madrid -donde están imputadas por los mismos hechos tres compañeras de Casado en la Universidad Juan Carlos I-, la jueza Paz Benito, que instruyó el caso de las dietas opacas en la Audiencia de Navarra, emitió un demoledor auto en el que en sus conclusiones y en sus argumentos mantenía la acusación de cohecho contra los cuatro miembros de la cúpula de UPN que formaban parte de aquella Permanente opaca de Can y recibían suculentos sobresueldos por ello a cambio de no hacer ni decir nada en unas reuniones -a veces dos o tres seguidas el mismo día de apenas unos minutos de duración- sin sentido alguno. Sanz, Miranda y Maya estaban ya imputados por ello, y la juez defendió la imputación también de Barcina, entonces presidenta de Navarra, pero su condición de aforada le obligó a remitir el caso al Tribunal Supremo. Y ahí todo el proceso judicial acabó muerto. Cinco magistrados del Tribunal Supremo, en sintonía con la oposición de la Fiscalía, tumbaron los meses de trabajo e instrucción judicial de la juez Benito y perpetraron un auto en el que aseguraron que no había posibilidad de vincular los sobresueldos secretos que percibían Barcina, Sanz, Miranda y Maya de Can con un delito de cohecho impropio, unos hechos que se están revisando políticamente en el Parlamento de Navarra. Ahora, en el caso de Pablo Casado, la Fiscalía del Supremo ha optado por desvincularse de la posición de los fiscales en la Audiencia de Madrid, que han apoyado la tesis de la jueza que instruye allí el caso, y defender que no hay motivos para imputar al líder del PP. Sólo falta que los magistrados -cuatro de los cinco han hecho el recorrido de su carrera judicial hasta los altos tribunales al amparo de decisiones del PP- se pronuncien y todo indica que lo harán también en el mismo sentido que la Fiscalía. Otro caso cerrado desde el beneficio que supone el privilegio legal de ampararse en el aforamiento de determinados dirigentes políticos para evitar ser juzgados por los tribunales ordinarios. Todos los ciudadanos son iguales ante la ley, pero unos son más iguales que otros: Orwell, Rebelión en l a granja.