ste año la conocida ranchera no sonó en el tendido de sol del 7 al 14 de julio, pero bien podría sonar ahora como la banda sonora de esta semana visto lo visto con el rey emérito. Que duda cabe que con dinero o sin dinero Juan Carlos sigue siendo el rey, al menos se mueve por el mundo como si lo fuera. Difícil lo va a tener este año su hijo, Felipe VI, en el tradicional discurso de Navidad para pedir ejemplaridad al resto de ciudadanos y ciudadanas teniendo en cuenta las andanzas de su predecesor. Le van a venir bien las restricciones por covid a la familia real para evitar juntarse más de una unidad de convivencia y no tener así encuentros de riesgo para la monarquía, esa institución que, según Pedro Sánchez, no está en peligro porque "se juzga a las personas no a la instituciones". Difícil estar de acuerdo. Aun resuenan las palabras de Juan Carlos en Noche Buena de 2011 tras el escándalo de Urdagarín cundo aseguraba que "la ley es igual para todos". Pero no todos somos iguales, está claro. Es indignante que siendo investigado por la Fiscalía del Supremo, con numerosas irregularidades en su historial haya pagado de un día para otro 678.393 euros a Hacienda admitiendo que manejó fondos sin declarar al fisco para evitar así que se le abra una causa judicial sobre sus tarjetas opacas y los gastos que llevó a cabo para varios miembros de la familia real. Parece que sigue siendo el rey o al menos que su palabra es la ley. Bonita canción.