a tecnología avanza a un ritmo que asusta. Lo último de las multinacionales del ramo son unas gafas de la mitica marca Ray-Ban en colaboración con Facebook llamadas con buen criterio publicitario "inteligentes" que permiten la grabación mediante dos microcámaras al final de las patillas. Chulas, un rato. Y aptas para triunfar en el reino del cotilleo en el que se ha convertido parte de la sociedad. Dos cámaras, tres micrófonos y altavoces permiten grabar vídeos o sacar fotos de forma rápida y subirlos casi al instante a Instagram o la propia Facebook. Se pueden también utilizar para escuchar música o podcasts y aunque tienen un botón para disparar o comenzar a grabar, pueden controlarse también utilizando sólo la voz. Con gran capacidad de almacenaje de vídeos y fotos hasta realizan llamadas telefónicas. ¡Casi nada por 330 machacantes! Igual hasta protegen del sol. Estas superlentes nos abocan a un futuro en el que el teléfono deje de ser el dispositivo dominante como hasta ahora y a un nuevo concepto de realidad virtual. Enseguida vendrá el debate sobre su uso y los posibles choques con la ley de protección de datos. Porque grabar en la calle no es delito pero sí publicar o subir a internet determinados contenidos. Yo, mientras, me sigo quedando con mis Ray-Ban de siempre. Aunque me llamen clásico.