a Comisión de Nombramientos del Congreso del pasado martes para valorar los perfiles propuestos por PSOE y PP para renovar cargos en diferentes órganos constitucionales, en especial a cuatro miembros del Tribunal Constitucional, puso blanco sobre negro en alto nivel de degradación que vive la política allí. Casado aceptó finalmente y tras más de dos años de bloqueo negociar con el PSOE la renovación de magistrados que llevaban en su puesto en el alto tribunal en funciones y caducados. La presión pública e institucional por el desgaste que la estrategia de bloqueo estaba generando en la credibilidad de los principales órganos constitucionales obligó a ceder a Casado, pero lo hizo al más puro estilo PP. Si no quieres taza, taza y media. Y presentó los nombres de dos magistrados con un perfil claramente partidista y con una trayectoria judicial en el que las sombras políticas se impone sobre la trayectoria profesional. Los dos nombres propuestos por el PP son Concepción Espejel y Enrique Arnaldo. Espejel, la ya famosa querida Concha de Cospedal fue recusada y apartada del caso Gürtel, uno más de la corrupción del PP, por su proximidad con el PP, partido que le llevó al Consejo del Poder Judicial. También fue la juez que perpetró la desproporcionada sentencia del caso Alsasua, quecamina ya hacia el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Pero aún más extrañas son las andanzas y relaciones de amistad y negocio del otro candidato, Enrique Arnaldo, con el PP. Conferenciante habitual de Faes, la fundación de Aznar de la que emana el actual discurso involucionista, reaccionario y autoritario que empapa las consignas del PP y que expresa con mayor virulencia Vox, ha cobrado suculentos ingresos del partido. También estuvo imputado en un caso de conchabeo de favores con el ex ministro Jaume Matas, condenado por corrupción, del que salió finalmente indemne porque el paso del tiempo le favoreció con la prescripción del caso antes de ser juzgado. Igualmente, tuvo relaciones con el testaferro de Zaplana, otro de los ex ministro de Aznar condenado por corrupción. Y ya una vez superada la prueba del algodón del Congreso el martes, se ha sabido que Arnaldo también infringió la ley y pudo cometer una falta muy grave al cobrar de dos universidades al mismo tiempo. Pese a todos esos déficits que acumulan ambos desde el punto de vista de la independencia e imparcialidad que se le supone a cualquier juez para acceder a un puesto de relevancia constitucional, democrática y garantista como es un asiento en el Tribunal Constitucional, PSOE, PP y Unidas Podemos avalaron sus nombramientos pese a las duras críticas que ambos recibieron. Las contradicciones del ejercicio del poder y de la llamada disciplina de voto. El PNV y ERC se ausentaron de la cita para escenificar su malestar y disconformidad. Un desconcierto total en el juego de tronos de las principales instituciones del Estado. Comparado con lo escuchado y decidido en esa Comisión de Nombramientos -o los insultos y amenazas de macarrismo tabernario que al día siguiente protagonizaron diputados de Vox en la pachanga política habitual de cada miércoles-, el Debate sobre el estado de la Comunidad celebrado esta semana en Navarra fue, incluida la bronca intervención de Esparza desde de Navarra Suma, casi de guante blanco. ¿Hacia dónde echar a correr?.