i recuerdan la película Matrix, Morfeo ofrece al protagonista Neo la posibilidad de elegir entre dos pastillas, la roja y la azul. Escoge la roja y comienza la peligrosa aventura: el mundo onírico generado por la máquina que le permite escapar al mundo real. La película de 1999 parecía entonces ciencia ficción. Ahora, recién estrenado el 2022, no lo es tanto. ¿Llegaremos a ser seres híbridos? Los expertos (neurocientíficos e ingenieros reputados) dicen que sí, y que en un plazo de apenas diez años estarían a la venta los primeros dispositivos que conecten el cerebro directamente con internet. Es el mundo de la neurotecnología, tan fascinante como inquietante. Un equipo de la Universidad de Standford ya ha conseguido que pacientes paralíticos que no pueden hablar escriban -pero a base de pensar- con tecnología implantada. Del mismo modo que utilizamos nuestros móviles para infinidad de búsquedas, a través de diademas, gorras o cascos -conectados a internet- iríamos mucho más allá al trasladar parte de nuestro "procesamiento mental" como la memoria y otras funciones al exterior. Una memoria externa a través de ordenadores con una capacidad de cálculo mucho mayor nos mandaría información de vuelta. Un ejemplo, llegaríamos a un país portando una diadema y un altavoz iría traduciendo nuestro pensamiento. También nos permitiría terminar la frase que estamos pensando a través de algoritmos. Computadoras potentes que te ayudarían a decidir donde invertir o... ¿Serán también capaces de que los demás lean nuestro pensamiento? ¿Cuáles serán los límites? ¿Nos harán los cascos realmente más libres? Feliz 2022!