El poeta Federico García Lorcafue detenido en Granada la tarde del 16 de agosto de 1936 y asesinado poco después, con 38 años. Lo mataron los falangistas entre las localidades cercanas de Víznar y Alfácar. Su cuerpo aún no ha aparecido. El lugar exacto del enterramiento no se ha encontrado a pesar de varias investigaciones. Lorca es uno de los grandes poetas y dramaturgos a los que el régimen de Franco silenció de la manera más brutal posible. Eran tiempos de matar en las cunetas, de enterrar los cuerpos, relegarlos al olvido y callar las voces críticas, también la cultura y a quienes la practicaban.
Con la proclamación de la II República Federico García Lorca colaboraba con entusiasmo en varios proyectos culturales para acercar y fomentar la cultura en las ciudades y los pueblos. Uno de ellos fue la compañía teatral La Barraca. Precisamente estos días se ha conocido un material inédito de gran valor difundido por TVE en el que se muestran las imágenes de Federico García Lorca sonriente en el interior de un coche con su compañía La Barraca a comienzos de los años 30. Las imágenes las encontró el director Manuel Menchón como parte del trabajo del documental La voz quebrada. Lorca vuelve a estar vivo en esas imágenes. Pienso en el poeta a los 50 años de la muerte del dictador, y creo que sus versos siguen siendo tan hermosos y necesarios como siempre. Sobre todo cuando algunas encuestas estos días alertan de que los jóvenes no acaban de rechazar un régimen autoritario y casi la mitad desconocen cómo murió Lorca.