El periodo de verano está al caer y, como bien conoce cualquier persona que lea esta carta abierta, miles de familias navarras toman con gusto y necesidad sus preciadas vacaciones de verano. Lamentablemente, esta buena nueva no va a llegar ni a los usuarios de los centros de atención a la discapacidad de Navarra, ni a sus familias, ni a los más de 800 trabajadores del sector de la discapacidad, a los cuales la empresa SarQuavitae nos ha metido en una interminable negociación del convenio de más de año y medio.
Quienes nos encontramos en este larguísimo proceso negociador observamos atónitos y con preocupación cómo avanzan las fechas, cómo se aproximan estas tan ansiadas y necesarias vacaciones y cómo, una vez más, se sigue sin poner remedio alguno a esta injusta situación. Todo parece indicar que nuestro máximo responsable de Políticas Sociales del Gobierno de Navarra, el consejero Íñigo Alli, y los responsables de SarQuavitae en Navarra, empresa gestora de gran parte de los centros de atención a discapacitados, van a tomarse unas relajadas vacaciones. Mientras tanto, los más de 800 trabajadores del sector no tendremos otro remedio que mantenernos en huelga y, como consecuencia de ello, cientos de usuarios con discapacidad y decenas de familias se van a encontrar que van a continuar siendo atendidos por un servicio bajo mínimos.
Así están las cosas: mientras algunos se relajan, decenas de familias navarras cuya única oportunidad de poder sentir lo mismo, disfrutar de un pequeño respiro durante unos pocos días llevando a sus hijos y/o hermanos a los centros concertados, probablemente desconozcan que este verano sus chavales no van a disponer de un programa de actividades; no van a poder disfrutar de salidas al campo o por la ciudad y, lo peor de todo, que van a contar con un servicio de atención inferior al de años anteriores. Todo ello porque se es incapaz de cerrar un conflicto que lleva más de 18 meses de infructuosas negociaciones con la empresa.
Con esta carta abierta, señor Alli, queremos hacerle reflexionar sobre las consecuencias que esta segura merma del servicio va a tener en estas familias. Las cuales, año tras año, han confiado y confían en nuestro servicio y dedicación. ¿Qué van a pensar de la gerencia de los centros, qué van a pensar de la Agencia Navarra para la Autonomía de las Personas (ANAP)?
¿Se ha cuestionado, señor Alli, si es ético partir de vacaciones mientras mira hacia otro lado?? Sobre todo sabiendo que continúa un conflicto laboral en el que se ve afectado un colectivo especialmente desamparado; en el que no se cuestionan asuntos que afectan al servicio que prestamos; discrepamos en cuestiones que giran únicamente en torno a los beneficios económicos que deben obtener unas empresas (¡¡beneficios grandes o enormes!!, no piense el lector que son de otra manera). Mientras tanto, señor Alli, los trabajadores vamos a afrontar este próximo periodo estival con nóminas exiguas tan solo por reclamar lo que nos corresponde. Se pretende eliminar de nuestros sueldos complementos, no por mejorar servicios, para mejorar los propios centros de discapacidad o como medida de ahorro para la Administración; no señores: su único destino es la mejora de sus cuentas de resultados (mucho nos tememos que algunos, en Barcelona, se están frotando las manos, ya que ellos sí que van a pasar un verano fantástico pues van a obtener unas inesperadas ganancias fruto de la rapiña a sus trabajadores y de la desatención del colectivo de discapacitados navarros).
¡¡A la moral y a la ética apelamos!! señor Alli. No hemos llegado aquí por casualidad, sino por la falta de estas dos facultades propias de los seres humanos; los trabajadores, y por ende los usuarios, nos hemos encontrado con la desmesura empresarial cercana a la codicia más inmoral y, como contrapunto, desafinando claramente, ahí está nuestra Administración, mostrando su desinterés por la cosa pública y su falta de previsión. En definitiva, dejándonos a trabajadores, familias y usuarios en un desamparo impropio de dirigentes de los que se espera una sensibilidad especial. Se ha quebrantado la sensación de honestidad y buena fe que hasta ahora parecía santo y seña en nuestro colectivo.
Resulta difícil creer que no pueda hacerse nada, señor Alli, o de lo contrario, unas palabras suyas en unas declaraciones ante los medios de prensa diciendo "si no hay solución en 15 días tomaremos medidas" suenan a un mal chiste. Les retamos a que despierten, a que aceleren: ¡¡Hagan de este verano un momento que recuerden usuarios y familias como ese periodo de relax soñado!! Desde aquí apelamos al sentido de la responsabilidad que debe guiar a la ANAP y al del servicio de nuestras empresa gestoras para poner solución a esta situación que entendemos se está prolongando de manera innecesaria.
Firman este escrito Andrés Ceniceros, Maite Izkue, Mª Jose Ciordia, Mª Puy Luna, Roberto Larrión, en representación de los trabajadores/as del Centro Oncineda y Piso Funcional Las Torchas