La huelga promovida por el Sindicato Médico de Navarra (en adelante SMN) está dejando un largo rosario de cartas y artículos. Les recomendaría dos, por ilustrativos, informativos y formativos. Uno es de Miguel Aizcorbe, doctor en Medicina, titulado Sanidad navarra: ni tan mal, con los datos reales sobre la evolución en esta legislatura de nuestra sanidad. El otro, firmado por Juan del Barrio, se titula Institución Futuro y sanidad navarra, y rebate las medias verdades y manipulaciones de la Institución Futuro sobre el presunto deterioro del Servicio Navarro de Salud.

Pero hay otros escritos que forman parte de una auténtica ofensiva literaria y propagandística en la prensa, con firmas de profesionales de la Medicina, la mayoría en activo y alguno ya emérito. Pero la ofensiva acaba por dejarme las mismas sensaciones -dudosas- que la propia huelga. Voy a ir desgranándolas.

En una de las epístolas leemos de un médico que dice que en los “10/12 últimos años nunca se ha sentido tan poco valorado por la sociedad en general”. Añade que su percepción es que no se valora “la calidad y esfuerzo de los médicos”; y termina afirmando que “la sociedad también debe elegir qué tipo de medicina y de profesionales prefiere”. Para tranquilidad de este profesional, le diré que la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública para Navarra asegura que un 85,62% de los pacientes navarros consideran la atención recibida “buena” o “muy buena”. Son datos de Atención Primaria, Atención Especializada, Urgencias y Hospitalización. Calma, por tanto: su labor y la del resto de compañeros en Osasunbidea está bien o muy bien valorada por una gran mayoría de pacientes. No sé de dónde saca que se les considera vagos; primera noticia que tengo al respecto, pero quizá a él personalmente le hayan dicho algo.

Otros profesionales escribanos se quejan que se les considere un colectivo “privilegiado” por todas las administraciones y estamentos sociales. Incluso denuncian la incomprensión por parte de sindicatos generalistas e incluso de otros compañeros sanitarios, que -dicen-, les tildan de “colectivo privilegiado”. Quizá, en vez de a la queja, su esfuerzo debería encaminarse a convencer para que cambie esa apreciación si es que se da.

Más sorprende cuando dicen estos mismos profesionales que, “a pesar de lo que muchos creen, esto (la huelga) no va de política”. Sorprende porque contrasta con otra carta, firmada por sus compañeros y miembros de la comisión ejecutiva del SMN, Javier González y Alberto Pérez. En ella decían textualmente: “En puertas de unas elecciones, el Gobierno de Navarra no puede permitir aparecer como un mal gestor, dilapidador de recursos, carente de iniciativa y de ideas, que es la triste realidad”. Para no ser política, muy presente la tienen: sea como herramienta para forzar la negociación, sea por aquello de hacerse un hueco mediático (y partidista). No deja de ser curioso ver tanto médico en alguna lista electoral de color verde y rojigualda?

Abordemos ahora la cuestión retributiva, que es lo más demandado en los escritos del SMN. Dicen: “queremos recuperar las retribuciones que nos quitaron, por ejemplo en 2010 un 6,7%”. Pues como en esta legislatura se les ha subido un 6%, están a un 1% de recuperar la bajada de 2010; también han recuperado las dos pagas extras y la parte correspondiente a los atrasos de la carrera profesional? ¿Se han revertido todos los recortes en la misma medida? Se comparan con los médicos vecinos del País Vasco; pero quizá podrían compararse con los demás afectados por aquellos recortes aquí mismo. Me pongo como referencia: como pensionista, salvo en 2019 con un aumento del 2,6%, los cuatro años anteriores fueron del 0,25%, sin olvidar las brutales bajadas de sueldos para mantener sus puestos de trabajo, ERE de extinción, la nueva clase social llamada trabajadores pobres, etcétera. Lo mismito vamos, y la gran parte sin recuperar, ni pinta que tiene.

Ellos, desde el SMN, van ahora a las reuniones con el Gobierno a pedir un incremento del salario y de todos los complementos del? ¡¡14,5%!! Una subida que supondría unos 21 millones de euros cada año. Y suman mantener el complemento de exclusividad se tenga privada o no, reducir jornada laboral a partir de los 55 años? Todo esto mientras Navarra tiene alrededor del 10% de su población en riesgo de pobreza o exclusión social, según la Red Europea de lucha contra la Pobreza y exclusión Social. Unos 80.000 personas, seguramente también pacientes suyos. Díganles que lo que piden es una subida del 14,5% de su sueldo; quizá entonces les llamen insolidarios con razón.

Lo curioso es que ellos, en defensa de su silencio ante los recortes de 2010, aseguran que no lo hicieron precisamente para no mostrar insolidaridad. Fue por eso por lo que comprendieron que las prioridades eran pagar los peajes a la sombra, el circuito de los Arcos, el Navarra Arena, los intereses de una deuda disparada, y así hasta llenar varios folios. Entendieron las prioridades de un Gobierno que, por cierto, se subió el salario al perder las dietas de la Can.

Como comprendieron aquellas prioridades de UPN y PSN, no hubo tantas protestas, concentraciones, huelgas, pitadas, pegadas de carteles ni otras movilizaciones cuando les recortaron salarios y plantillas, así como su pérdida de liderazgo, tiempos de atención a los pacientes. Ahora sí, las han hecho contra el Gobierno que se eliminó esa subida salarial aprobada por Barcina, que en cuatro años les ha subido a los médicos un 6% el sueldo, y que han creado bastantes plazas fijas de plantilla a través de OPE que no han sido más por el veto del Gobierno central. A este Gobierno le han ido a negociar? perdón, a imponer posturas; y han mostrado su (nula) disposición al diálogo escapando ante un retraso justificado de 20 minutos del consejero. Son todo disposición, ya se ve, y cero prejuicio e interés partidista.

Concluyendo: tengo muy claro que las movilizaciones del SMN tienen una carga política evidente. La mesa de negociación hasta ahora ha servido de excusa, y se han aprovechado de la buena voluntad de muchos profesionales y en sus justas reivindicaciones (más tiempo para la atención, por ejemplo). Unas cuestiones que hubieran tenido cabida en la negociación?, pero por las que el SMN, en realidad, apenas se ha preocupado.

Posdata.- Según la última encuesta de satisfacción de la ciudadanía, y realizada a finales de 2018, el grado de satisfacción de los pacientes atendidos en Osasunbidea es alto, superando el 8,3%. Magnífico reportaje informativo, muy fácil de entender en DIARIO DE NOTICIAS, otros lo llevan a la página 23 con una reseña patética. No tengo espacio para más, pero se vuelve a confirmar la tozudez de los pacientes navarros valorando muy positivamente la atención global en Osasunbidea. Que sirva de aviso a navegantes políticos y medios de comunicación, para reconocer que la realidad es esta y no la expresada en foros, tertulias convocadas con el único fin de desprestigiar al Departamento de Salud por motivos ajenos a la realidad.

Es mi opinión. Salud y República.