oy en día la sociedad tiene varios retos: el cambio climático, el paro, la desigualdad, las migraciones, etcétera, pero también aquellos relacionados con la tercera edad, tales como las pensiones, las residencias (sobre todo, para personas dependientes) y también la soledad. A nivel social se están produciendo muchos cambios. Las generaciones actuales no son como las de hace décadas, los modelos de familia son diversos y cada vez vivimos más años y con otra mentalidad: queremos seguir siendo protagonistas de nuestra vida; no nos satisfacen las residencias masificadas, caras y con escasa autonomía; la soledad, a veces, nos abruma y con demasiada frecuencia leemos en el periódico que han encontrado a una persona mayor que llevaba un tiempo muerta en su casa. Muchos y graves problemas a los que la sociedad y las instituciones tienen que afrontar y dar respuestas.

Desde hace años, en el norte de Europa, funcionan proyectos de vivienda y de convivencia llamados cohousing o viviendas colaborativas. Son una alternativa seria y real ante los problemas antes planteados. Hay muchos modelos diferentes, pero todos tienen características comunes: apartamentos pequeños individuales para cada unidad familiar y espacios comunes tales como comedor, huerta, jardín, lavandería, sala de actividades, taller, etcétera. Además de comer o realizar actividades conjuntamente, tienen claro que quieren ayudarse y cuidarse mutuamente. Se trata de vivir bien y en buena compañía. En Navarra hay varios proyectos de cohousing, algunos para gente mayor (senior), que se están reuniendo desde hace años para definir sus proyectos. Se quiere que las diferentes administraciones se impliquen y faciliten su viabilidad. Es evidente que el Gobierno de Navarra no puede construir residencias para todas las personas mayores de Navarra. En el año 2030, el 25% de la población navarra será mayor de 65 años. Algo hay que hacer y rápido. Las viviendas colaborativas aportan muchas ventajas para las personas que allí viven, tales como gozar de más salud y consumir menos medicamentos; disfrutar de más vida social, estando más activas física y mentalmente; vivir con más dignidad que en una residencia, puesto que siguen liderando y decidiendo su propia vida; tener mayores cuotas de libertad y responsabilidad en su vida diaria; mantenerse como ciudadanía más comprometida por el bien común. La combinación de espacios privados y colectivos, en un clima de libertad, permite que cada cooperativista regule su nivel de privacidad y vida en común en cada momento de su evolución vital. Pero, además, también aporta ventajas a la sociedad como el valor de una convivencia con mayores más activos, positivos e integrados; contribuye a transmitir una imagen positiva de la longevidad, de nuestra propia vida, de lo que somos; supone un ahorro económico al mejorar la salud y reducir el uso de servicios sanitarios y el consumo de medicamentos; refuerza la capacidad de las personas mayores de participar en proyectos sociales, regalándonos su valioso tiempo y su rica experiencia; genera empleo indirecto y de calidad a través de las actividades promovidas por el centro; fomenta la profesionalización y la reducción de la economía sumergida en un sector clave, el de los cuidados.

Con estas iniciativas de vivienda colaborativa se consigue empoderar a la sociedad civil, generando otros modelos alternativos de vivir y llevando a la práctica el Plan de Envejecimiento Activo del Gobierno de Navarra que, entre sus objetivos, propone “promover centros residenciales activos y saludables, orientados a un modelo de atención centrado en la persona” y en sus líneas de actuación incluye “el apoyo a iniciativas innovadoras de alojamiento: viviendas colaborativas, senior cohousing y residencias-viviendas con servicios”. En estos proyectos se respetan la individualidad de las personas, de nuestros proyectos de vida, se fomenta el crecimiento personal y colectivo de forma activa, manteniendo unas relaciones donde sea posible la comunicación, apoyo y ayuda mutua. Queremos compartir valores, capacidades, tiempos, actividades y relaciones de calidad, siendo solidarias y participando activamente en el cohousing y en la sociedad de la que queremos seguir formando parte.

El buen vivir de las personas en la tercera edad, proteger la dependencia y reducir la soledad son retos que queremos abordar desde las diferentes cooperativas sin ánimo de lucro y con función social existentes, contando para ello con el apoyo real y contundente de los ayuntamientos y del Gobierno de Navarra.

Firman este artículo: Carlos Rey Bacaicoa (Etxekide), Patricia Reche García(Heldu) y Iosu Osta Jiménez (Etxekonak)