ada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, una fecha que nos recuerda que el agua, a pesar de fluir con normalidad en nuestras casas y salpicar nuestros paisajes y entornos naturales, es un recurso limitado e insustituible que debemos proteger.

Este último año ha puesto de manifiesto, aún más si cabe, su importancia. Desde el inicio de la pandemia de covid-19, el abastecimiento y el saneamiento de agua fueron declarados servicios esenciales.

Todos los agentes implicados en el ciclo del agua, desde las entidades locales y mancomunidades hasta la sociedad pública NILSA, desde la que gestionamos la depuración de las aguas de Navarra, continuamos día a día desarrollando nuestra labor. De hecho, terminamos 2020 tratando más de 80 millones de metros cúbicos de agua en toda la comunidad.

En estos meses de lucha contra el virus, el agua ha sido un instrumento fundamental de prevención a través del lavado de manos y la higienización. También se ha revelado como una posible herramienta de alerta temprana ante el covid. Al hilo de investigaciones sobre la presencia de SARS-CoV-2 en aguas residuales, desde NILSA promovimos un proyecto de investigación en colaboración con el Instituto de Salud Pública y Laboral, las empresas publicas Nasertic y GAN-NIK y CSIC. Se detectó la presencia de material genético (no virus activo) en las aguas residuales días antes de su detección por métodos clínicos, lo que convierte al agua residual en un sistema contrastado de alerta temprana sobre la presencia de covid en poblaciones.

El agua que no discurre se estanca y nuestro empeño ha sido que el covid-19 no impidiera continuar con la planificación prevista antes de la pandemia. En un período en el que la inversión en obra pública descendió a nivel nacional, en Navarra hemos invertido más de 12 millones de euros en nuestra red de depuración.

Se finalizó la construcción de estaciones como las de Torres del Río, Orbaizeta, Dorrao-Torrano, Cabredo. Se pusieron en marcha proyectos para dotar de depuradoras a pequeñas localidades que a día de hoy carecen de un sistema completo de depuración, como Arano, Oroz-Betelu, Ujué, Aguilar de Codés€ Y se realizaron mejoras en instalaciones existentes en Cintruénigo, Fitero o Valtierra.

NILSA, junto con la Mancomunidad de Comarca de Pamplona y Montejurra, continuó gestionando de forma pública casi 200 depuradoras y medio centenar de fosas sépticas. Todo ello financiado únicamente con el canon de saneamiento que todos y todas pagamos en la factura del agua. NILSA dinamiza así el sector y emplea directamente a 50 personas e indirectamente a otras 400.

Mención especial merecen las líneas de investigación que ha emprendido Navarra con proyectos punteros como Life NAdapta sobre adaptación de la gestión del agua urbana al cambio climático, Outbiotics para combatir las resistencias a los antibióticos, o los sistemas de drenaje sostenible aplicados en el campus de la UPNA en Tudela.

Mirando aguas abajo, a lo que está por venir, el trabajo será intenso. Lo fundamental pasa por concienciar a la sociedad para optimizar el agua. Cada navarra y navarro empleamos 112 litros al día, una cifra elevada que aun así nos sitúa como una de las comunidades que menos agua emplea. Será la línea a seguir, como incide el programa educativo que desde hace 20 años ponemos a disposición de toda la ciudadanía.

Hablar del futuro del agua en nuestra comunidad requiere sin duda zambullirse en el Canal de Navarra. La decisión alcanzada entre nuestra comunidad y el Estado para escoger la alternativa de la segunda fase ha sido fundamental para acercarnos a esa esperada orilla de un suministro de agua de calidad para la Ribera.

Desde el Gobierno foral se trabaja con ahínco para garantizar el abastecimiento de agua de boca de calidad a más de 70.000 habitantes de la comarca, además de cubrir las necesidades industriales y de riego. Quienes vivimos en la Ribera sabemos de las deficiencias del agua en nuestra comarca, como pusieron de manifiesto INTIA y NILSA en estudios sobre las fuentes del Ebro-Canal de Lodosa, Canal Imperial y los pozos en uso. El Canal permitirá solucionar este problema, contribuirá al desarrollo económico y será crucial para mitigar los efectos del cambio climático. Según las proyecciones, para 2060 las lluvias descenderán en la zona entre un 3,6 y un 5,8%, mientras que para 2100 la caída podría acentuarse hasta el 10%.

Ser capaces de repartir el agua que disponemos en nuestra comunidad, que es abundante y de calidad, será un mecanismo para reforzar la cohesión de Navarra y la solidaridad entre comarcas. El agua es vida; cuidémonos y cuidémosla.

El autor es director-gerente de NILSA, sociedad pública responsable del saneamiento y depuración de aguas de Navarra

En estos meses de lucha contra el virus, el agua ha sido un

instrumento fundamental de prevención a través del lavado de manos y la higienización

Ser capaces de repartir el agua

que disponemos en nuestra comunidad será un mecanismo para reforzar la cohesión de Navarra

y la solidaridad entre comarcas

Es una de las aguas mejor valoradas del país en calidad y sabor, el control de fugas y averías es exhaustivo y el proceso está tecnificado a un alto nivel

Esta eficiencia es 100% pública e involucra a varios centenares de personas que desempeñan su labor profesional con ese plus que da el proporcionar un servicio público