oy es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Un día para recordar. Para Naciones Unidas este año el desafío que debe abordarse radica en lograr la justicia social y medioambiental para todas las personas. El creciente reconocimiento de la multidimensionalidad de la pobreza significa que ambos elementos están inseparablemente entrelazados, y que la justicia social no puede realizarse plenamente sin abordar simultáneamente las injusticias medioambientales. Aunque se ha avanzado en la lucha contra la pobreza en el ámbito de los ingresos, se han tenido menos en consideración, en el marco de un enfoque más global, otras dimensiones importantes de la pobreza como el creciente impacto medioambiental.

Aquí en Navarra el Parlamento Foral se ha sumado a esta celebración en el que este año se ha querido reivindicar la diversidad. La Plataforma de Entidades Sociales de Navarra ha elegido el lema "Contra la pobreza, la diversidad es riqueza". La pobreza tiene muchas caras y va mucho más allá de la falta de ingresos y de recursos. Es un problema de derechos humanos y su solución pasa por afrontarla desde la diversidad y la amplitud de miras.

Esta semana hemos conocido los datos del V Informe sobre Pobreza y Desigualdad Social en Navarra, que reflejan que Navarra presenta el menor riesgo de pobreza del Estado. Sin embargo, esto no nos puede llevar a la autocomplacencia. El acuerdo programático que firmamos las fuerzas políticas que formamos el Gobierno de coalición deja bien claro y por escrito nuestro compromiso para intentar erradicar la pobreza. De la misma manera, el pasado mes de febrero, todos los grupos parlamentarios firmamos junto a la Plataforma de Entidades Sociales un nuevo Pacto Navarro contra la Pobreza y la Desigualdad hasta 2030. En breve, pondremos en marcha la Comisión de Seguimiento conformada por todas las fuerzas políticas firmantes para supervisar sus avances.

Terminar con la pobreza no es una cuestión sencilla. Pero es un objetivo irrenunciable para toda persona que tiene una responsabilidad institucional más ahora que estamos viviendo en un momento en el que las desigualdades sociales se han acrecentado. La pandemia ha perjudicado a quien partía en una situación más desfavorable.

Por eso, hay que dar una respuesta integral, transversal, para abordar la problemática de la pobreza. Muchas veces decimos que hay que poner a las personas en el centro, que no hay que dejar a nadie atrás y es así como debemos actuar para erradicar la pobreza. Ahora bien, no podemos afrontarla sin tener en cuenta la diversidad.

He sido concejal de Servicios Sociales y alcalde de mi pueblo, Altsasu. He conocido la pobreza a nivel local con la gestión del albergue de personas sin hogar y de otras actuaciones que desarrollamos a nivel local o comarcal. También, a nivel autonómico, la Renta Garantizada ha constituido una medida muy relevante en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.

Nuestra capacidad de autogobierno también ha sido una herramienta fundamental para tener una buena situación social y económica. En este sentido el Ingreso Mínimo Vital, recientemente diseñado en el Estado, podría constituir una herramienta adicional, si finalmente se culmina la transferencia, comprometida desde octubre de 2020. Cuando quiera es hora.

También es importante el trabajo del tejido asociativo para, en muchas ocasiones, dar un empujón a las instituciones para aplicar medidas que contribuyen a construir una sociedad navarra mejor, más igualitaria. Que la Plataforma de Entidades Sociales agrupe a más de 160 organizaciones que componen la Coordinadora de ONGD de Navarra, la Red de Economía Alternativa y Solidaria y la Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social de Navarra da buena muestra de la implicación de la ciudadanía navarra por mejorar las condiciones de vida de nuestra sociedad.

Para Naciones Unidas, las personas que viven en la extrema pobreza, a menudo por pura necesidad, son las primeras en actuar de manera concreta dentro de sus comunidades en respuesta a la misma, al cambio climático y los desafíos medioambientales. Sin embargo, sus esfuerzos y su experiencia suelen pasar desapercibidos y no se aprecian, no se toma en consideración su capacidad para contribuir positivamente a la búsqueda de soluciones; no se les reconoce como impulsores del cambio y sus voces no se escuchan, especialmente en los órganos internacionales.

Aquí en Navarra, las instituciones tenemos la obligación de escuchar estas voces, como lo hacemos con la Agenda 2030 y los ODS. En nuestra sociedad también tenemos grupos vulnerables, grupos que necesitan voz y altavoz. Desde luego, como presidente del Parlamento de Navarra, una de mis prioridades fue, es y será, dar voz a todas las personas.

La Plataforma de Entidades Sociales señalaba hace unos días que "hay muchas maneras de entender la pobreza: económica, social, de participación política, de recursos, discriminaciones... cada una tenemos nuestra manera de entenderla, y hay miles de soluciones y caminos posibles para avanzar hacia nuestro objetivo, su erradicación".

Y tienen razón. Una diversidad que está presente en nuestro día a día, en la calle, en nuestros barrios. Y que por tanto, también debe estar presente en nuestras instituciones. Somos un comunidad diversa, plural, mestiza... ahí radica nuestro mejor patrimonio.

Hacer frente a la pobreza en nuestros pueblos y barrios es un reto que va más allá de las siglas, nos urge como sociedad. Y en el Parlamento entramos en unos meses decisivos con el debate de los Presupuestos para el año que viene y con los avances que se puedan dar cumpliendo el Pacto Navarro contra la Pobreza y la Desigualdad que, como siempre, lo haremos de la mano de las entidades sociales. Contra la pobreza, diversidad y pluralidad.

*El autor es presidente del Parlamento de Navarra