stos son mis principios y si no le gustan, también tengo otros”. Cuántas veces, por desgracia, hemos repetido esta irónica frase del bueno de Groucho Marx en los últimos tiempos con los vaivenes que nos regala el “reñidero político español”. Y es que para más inri de la política bien traída y ejercida por político/as preparado/as y de firmes convicciones y valores, un ejercicio que debería ser un instrumento para mejorar la vida de la ciudadanía y el progreso de la sociedad, se ha convertido desde hace un tiempo, en justamente lo contrario a ojos de la misma, que mira con cada vez mayor desafección sus idas y venidas, sus dimes y diretes.

En estos tiempos de continua incertidumbre y de continuos cambios, con más necesidad que nunca de estabilidad y coherencia, la llamada “geometría variable” en busca del resultado inmediato y lealtades flexibles, no es precisamente la mejor fórmula para integrar a la sociedad con la política y las instituciones. Si a eso añadimos el creciente espectáculo de pan y circo, con más circo que pan, de los últimos tiempos, llega el momento de levantar la bandera de la política con mayúsculas: en la escucha activa de las necesidades de la gente que elige y vota, la búsqueda de mayores niveles de bienestar, equidad y cohesión social, y hacerlo de manera sostenible en el medio y largo plazo.

Escuchar de manera activa, soñar horizontes para caminar hacia ellos, analizar y diagnosticar los problemas y las realidades para cambiarlas, para transformarlas. Proyectar soluciones y debatirlas, aplicarlas y desarrollarlas eficazmente, llevarlas a cabo de manera más eficiente, controlar que funcionan y hacerlas sostenibles. Y volver a escuchar activamente para volver a soñar. Este círculo dibuja lo que entendemos como gestión transformadora.

En Geroa queremos diferenciarnos de la derecha, que presume de gestionar buscando sólo el “equilibrio de cuentas”, pero tratan de conservar y no transformar. Queremos gestionar transformando, porque el equilibrio es cojo en las cuentas públicas si no se busca la equidad.

En Geroa queremos diferenciarnos de otras izquierdas, como la “peterpanista” que sólo levanta banderas pero no se atreve ni compromete a gestionar; o de la que sólo cree en conquistar los cielos por asalto, en lugar del reconocimiento popular por mejorar sus condiciones de vida. En Geroa queremos transformar desde la gestión.

Esta visión no tiene nada que ver con la “geometría variable”; esa política de salón pensada en lejanos despachos, urdida por conseguidores, y cambiando el debate transparente por el pacto vergonzante. La gestión transformadora se explica desde el inicio hasta el fin de su ciclo; la “geometría variable” aparece en los medios para explicar lo inexplicable.

En tiempos de ridículo y esperpento, de desafección de la sociedad de esta política al por mayor, debemos poner en valor la práctica municipalista, porque en nuestros pueblos es donde es más evidente la gestión transformadora. Municipalismo entendido como el trabajo de campo, de contacto directo y cercano con las necesidades de cada calle y barrio de nuestros pueblos y vecino/as. De escucha y también de debate y decisiones impopulares y valientes al mismo tiempo, pero coherentes con unos principios, valores, misión y visión de progreso. De gestión transformadora, entendida como la sucesión y consecución de políticas, proyectos y acciones constructivas, innovadoras y pioneras, de visión global y aplicación práctica en beneficio del progreso y sostenible en sus cuatro ejes (social, medioambiental, energético y económico); de trabajo concienzudo, de análisis riguroso, compartido y colaborativo, de siembra sosegada y recogida paciente, de conversaciones y negociaciones entre diferentes, pero con unos patrones comunes y limites claros: honestidad y lealtad. Alejados de palabras vacías, frases manidas, políticas de humo y pancarta, conservacionismo del miedo al cambio y conservadurismo de la defensa de los privilegios, desigualdades y brechas varias. De poner letras a los números y números a las letras, y de planes estratégicos que analicen la situación de cada momento y visualicen el escenario en el que queremos estar diseñando las acciones que nos lleven hasta allí. De hablar más de lo propio y menos de lo ajeno, de hacer más que hablar, de comunicar en positivo y de atención mediática en lo constructivo y edificante, y no en lo destructivo y en el morbo.

En el municipalismo no cabe la “geometría variable”, porque al vecino no se la pegas. Pero a las vecinas y los vecinos sí les puedes integrar en el proceso de gestión transformadora; desde la escucha activa y el soñar horizontes, hasta el debate y el posterior control ciudadano.

En Geroa Socialverdes-Sozialberdeak abogamos por una política de gestión transformadora, de coherencia y principios. Desde el municipalismo a las instituciones forales, estatales y europeas. Con Navarra como sujeto político, no objeto de permanente trueque y moneda de cambio en Madrid. En definitiva, de afección e identificación con nuestra realidad y personalidad, con nuestros errores y aciertos, pero siempre con un rumbo y voluntad clara: la transformación permanente de Navarra a través de la gestión, la innovación, la capacidad y la experiencia, la creación de nuevas oportunidades, el diálogo entre diferentes, el acuerdo y colaboración con visión global y altura de miras, y siempre con el objetivo de alcanzar las mayores cotas de bienestar y sostenibilidad para la sociedad navarra.

Gestión transformadora. Oraina eta Geroa.

*El autor es alcalde de Lekunberri y secretario de Comunicación de Geroa Socialverdes-Sozialberdeak

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