s probable que la Declaración Universal de Derechos Humanos de 10-12-1948, un documento breve de treinta artículos, haya sido el documento de la historia moderna, cuyo contenido ha causado un mayor impacto en la humanidad. Este documento nos ofrece un catálogo de principios y los bloques de las convenciones de derechos humanos, tratados y otros instrumentos jurídicos actuales y futuros. Pero, las promesas retóricas de esta Declaración no se desarrollaron en obligaciones jurídicamente vinculantes hasta el año 1966, al aprobar la Asamblea General de Naciones Unidas el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ambos vigentes desde 1976 y ratificados por 167 y 160 países, respectivamente. Los derechos humanos o derechos naturales subjetivos son aquellos que toda persona humana posee, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, nacionalidad o religión, opinión u otra condición, como derechos inherentes a la misma, siendo universales, iguales, inviolables e inalienables. Son en parte naturales, al proceder de la dignidad de la naturaleza humana, y en parte positivos, al estar garantizados por el derecho positivo, pero forman parte de un único ordenamiento jurídico. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que garantizan las libertades fundamentales de las personas y su participación activa en la vida política y social, reconoce, entre otros, el derecho a la vida y a no ser torturado ni sometido a tratos crueles, inhumanos o degradantes; derecho a no ser sometido a esclavitud ni servidumbre; derecho a la privacidad; derecho a la igualdad ante la ley; derecho a la libertad y a la seguridad personales; derecho a la libre circulación; derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión; derecho a la libertad de opinión y de expresión; derecho de reunión y manifestación pacífica; derecho de asociación; derecho a la participación política; derecho a la familia y al matrimonio; derecho de propiedad; derecho a la protección de las minorías. El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que garantizan las condiciones de vida socioeconómicas y culturales de las personas, reconoce, entre otros, el derecho a la salud; derecho a la alimentación; derecho a la vivienda; derecho a la protección familiar; derecho a la cultura y la ciencia; derecho al trabajo, a un salario digno y al descanso; derecho a un juicio justo y a la presunción de inocencia; derecho al medio ambiente. La Declaración Universal de Derechos Humanos, junto con los dos pactos mencionados, constituyen la Carta Internacional de Derechos Humanos, y son la base de las leyes internacionales de derechos humanos.

Para ello, era clave el reconocimiento de los derechos civiles y políticos, como forma de asegurar que las discrepancias ideológicas y políticas no acabarían generando conflictos que llevasen a nuevas guerras, y pudieran resolverse desde el respeto a la vida y a la libertad de las personas. Desde que en 1948 pasaron a formar parte del derecho internacional humanitario, la ONU tiene como objetivo fundamental proteger los derechos humanos a través de seis organismos diferentes. Además, todos los Estados signatarios tienen obligaciones y deberes, conforme al derecho internacional, de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, habiendo ratificado hasta ahora el 80% de los Estados cuatro o más tratados básicos de derechos humanos. Desde entonces, las labores mundiales destinadas a realizar un seguimiento y control de las infracciones de derechos humanos han aumentado exponencialmente. Sin embargo, las violaciones de derechos humanos siguen siendo un fenómeno generalizado, a nivel mundial, pero Ucrania sufre actualmente la mayor crisis humanitaria y de refugiados europea desde la segunda guerra mundial, protegidos internacionalmente por la Convención de Ginebra de 1951. Según ACNUR, más de la cuarta parte de la población ucraniana, unos 13 millones de personas han sido desplazadas dentro del país o fuera de él, y más de 5,2 millones de ucranianos han huido de su país como refugiados a consecuencia de la guerra, y la cifra sigue en aumento. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, formado por 47 países, aprobó el 21 de marzo una resolución por la que crea una comisión independiente de expertos para investigar las violaciones de derechos humanos perpetradas por Rusia en su agresión a Ucrania que, según Kiev, constituyen execrables crímenes de guerra y de lesa humanidad, con 32 votos a favor, 2 en contra y 13 abstenciones. La Asamblea General de la ONU, a iniciativa de Estados Unidos y sus aliados, votó el 7 de Abril la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, por los informes de violaciones y abusos graves y sistemáticos de los derechos humanos, por parte de las tropas rusas invasoras en Ucrania, con 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones. Pero, qué se puede esperar del dictador Putin, cuando todavía sigue insistiendo en la negativa de la invasión de Ucrania? La CIA señala que no es descartable que Rusia haga uso de armas nucleares tácticas, si el conflicto se alarga, para poner fin a la guerra, aunque añade no haber visto muchas pruebas tangibles de este tipo de despliegues que lo avalen.

El autor es abogado