Escribo esta carta para llamar la atención sobre un problema real que está sucediendo en el Complejo Hospitalario de Pamplona (hospital Virgen del Camino) en relación con los recién nacidos y sus madres.

De acuerdo con el protocolo que han fijado las autoridades sanitarias, mi esposa recibió el alta médica a las 32 horas de un parto que había requerido el ingreso 20 horas antes.

A las 24 horas de llegar a casa mi hija desarrolló una fiebre alta (38,5º) y una dificultad respiratoria que motivó que tuviéramos que ir a Urgencias. Allí fue atendida rápidamente y ha quedado ingresada en la unidad de neonatos. A su madre –a las dos días y medio del parto– le han facilitado un sillón reclinable para que pueda descansar junto a la niña. No se le puede dar una cama para descansar y acompañarle en su primera noche según el protocolo.

De las informaciones que hemos recibido parece ser que no es el único caso, sino que es relativamente frecuente. Altas médicas a todas luces prematuras tanto para la madre como para el recién nacido que abandonan el hospital antes de cerciorarse de que la lactancia va a ser posible. Resultado: incertidumbre, estrés y casos frecuentes de deshidratación en recién nacidos.

Una vez más somos testigos de la incoherencia de algunas medidas políticas. ¿Se pretende aumentar la natalidad y cuidamos así a los pocos niños que nacen? Se llenan la boca con medidas de protección de la mujer, pero la realidad es que no se cuida esa fase de la maternidad, ni se proporciona un cuidado adecuado en el postparto.

La escasez de personal motiva que se dé el alta a las pacientes lo más rápidamente posible en contra de cualquier criterio razonable. La profesionalidad, amabilidad y delicadeza del personal sanitario es elogiable pero, desgraciadamente, no es suficiente para cubrir las carencias de un sistema de salud que está llegando a mínimos inadmisibles. La tensión y sobrecarga del personal sanitario es evidente, el descontento de los pacientes palpable y la parálisis de nuestros dirigentes escandalosa.

No puedo acabar estas líneas sin agradecer a todo el personal del servicio de Neonatología por su profesionalidad. En nuestro caso han hecho todo lo que han podido para paliar las medidas que les impone una organización burocrática ajena al mundo que vivimos y a los niños que recibimos. Gracias a todos ellos por su cariño y por su atención que han supuesto un alivio para nosotros.

Por todo ello quisiera trasladar a sus lectores la pregunta de si es razonable que el Servicio Navarro de Salud, en julio de 2022, imponga un procedimiento de dar el alta a las 32 horas de un parto o de no ofrecer una cama a la madre de un neonato nacido dos días y medio antes.

Creo se impone tomar medidas urgentes para evitar este tipo de problemas a las mujeres que han dado a luz recientemente.