Corría el año 2008 cuando Gedesa, empresa pública del Gobierno de Navarra especializada en la lucha contra el fraude fiscal, recibió el encargo de la Hacienda Foral de Navarra de investigar una serie de empresas, que estando de alta en el IAE (Impuesto de Actividades Económicas) no presentaban ningún tipo de declaración fiscal.
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En los informes que presentaron los técnicos de gestión de Gedesa al Servicio de Inspección de la Hacienda Foral, figuraba uno relacionado con la empresa Norman Asesores.
Norman Asesores fue una empresa fundada en Madrid el 29 de julio de 2004 por el matrimonio formado por Enrique De Mulder y Bárbara Rougvie, que se trasladó a Navarra el 1 de enero de 2006 y cuyo objeto social era la prestación de servicios de asesoría, consultoría y servicios jurídicos a empresas. Los únicos ingresos que recibió a lo largo de su existencia fueron realizados por la empresa Vialogos Capital Humano.
Vialogos Capital Humano fue una empresa creada por la Caja de Ahorros de Navarra en junio del 2005, con el objeto de prestar servicios de asesoría y consultoría de recursos humanos. Siendo nombrado director general y presidente del Consejo de Administración, Enrique De Mulder.
En el periodo 2005 – 2009 Vialogos Capital Humano pagó a Norman Asesores 2.746.017,56€.
En el informe que se trasladó a la inspección de Hacienda quedaba demostrado que los únicos ingresos que recibió Norman Asesores provenían de Vialogos, y que estos se produjeron, únicamente, en el periodo en el que Enrique De Mulder era consejero delegado de esta empresa.
En el año 2001 Enrique de Mulder escribió un libro titulado Ética para seguir creciendo convirtiéndose, según las crónicas, en un personaje importante.
En aquellos tiempos, estamos hablando del año 2005, otra mente, no menos preclara, hacía y deshacía en la CAN. Se trataba de Enrique Goñi, el cual no dudó en contratar y fichar a De Mulder como consejero delegado del grupo Vialogos. Al Gobierno de Navarra, liderado por UPN, también les gustó este elemento, y lo pusieron como uno de los treinta y tres miembros del comité de expertos de la Fundación Moderna. También el Gobierno de UPN, sin duda basándose en su talento y creatividad, le nombró comisario del foro mundial del talento, que se celebró en Pamplona en los años 2009 y 2011.
Sin duda que este reconocimiento y valoración personal que profesaban los diferentes gobiernos de UPN hacía De Mulder, tuvieron algo que ver en que la Inspección de la Hacienda Foral no iniciase actuaciones fiscales sobre esta persona. Aunque algo le debieron comentar, ya que el 4 de abril de 2009, De Mulder dimitió de todos sus cargos en el grupo Vialogos.
Esta inacción de Hacienda fue la que llevó a los movimientos sociales, liderados por el Parlamento Social y Kontuz, a denunciar, en el año 2013, toda esta trama. En el capítulo 8.3 del libro titulado El Banquete. Expolio y desaparición de la CAN editado por Txalaparta (2013) se explica con todo tipo de detalles este asunto.
Ni que decir que UPN se dedicó a tapar todo el tema. Acusando a Kontuz de difundir errores y falsedades y acusándoles de formar parte de una campaña contra UPN.
La verdad es que este asunto, junto con muchos temas más, contribuyeron a desalojar a UPN del Gobierno de Navarra en el año 2015. Y fue en esa legislatura, en el contexto de la comisión de investigación sobre la desaparición de Caja Navarra, que se llevó a cabo en el Parlamento de Navarra, donde el grupo parlamentario de Orain Bai volvió a sacar a colación este asunto. Consiguiendo que la Inspección de la Agencia Tributaria Estatal iniciara actuaciones, que han llevado a la sentencia de la Audiencia de Madrid, por la que condenan a Enrique De Mulder a 23 meses de cárcel por fraude.
Para toda la gente que ha trabajado en la investigación y denuncia de fraudes como este, el culminar con una sentencia condenatoria, como es el caso aunque hayan pasado trece años, te deja un punto de satisfacción y una sensación de que ha merecido la pena el tiempo empleado.
Sin embargo, políticamente, la cosa deja mucho que desear. Ni que decir que ningún alto cargo de UPN dimitió, ni aún ahora, asumen ninguna responsabilidad sobre hechos como el aquí expuesto. Es más, dirigentes actuales de UPN, que ostentaban cargos de responsabilidad en los Gobiernos de Navarra de aquel entonces, siguen defendiendo su modelo de gestión y el apoyo de expertos, que como De Mulder, miran más a su beneficio privado que al bienestar del conjunto de la sociedad.
Un apoyo que el actual Gobierno de Navarra tampoco ha sabido atajar. La presencia de expertos en los Planes Reactivar llevados a cabo esta legislatura, que compartieron mesa y mantel con De Mulder en los Planes Moderna de hace doce años, no hace sino ratificar la especie de síndrome de Estocolmo, que los autodenominados partidos progresistas tienen con las políticas liberales, que campan a sus anchas por Navarra desde mitades del siglo pasado.
Estaría bien, que un futuro Gobierno de Navarra sin la presencia de UPN, prescindiera de altos cargos y asesores que llevan condicionando la política económica y fiscal de esta Comunidad, de la misma forma que lo hacían mientras aplaudían y le reían las gracias a personajes como Enrique De Mulder.
El autor fue técnico de gestión de Gedesa y asesor en fiscalidad y economía del Parlamento Social